¿Cuántas veces extendiste tu brazo y, con la palma de tu mano, saludaste a un amigo que hacía lo mismo? ¿Nunca te preguntaste de dónde surgió esa idea? Para saberlo, hay que viajar al mundo del béisbol en 1977.
Te quedó redonda. Tu amigo -contra todos los pronósticos- largó una y te tiró el centro para que vos la enganches de lleno con el empeine y la claves en el ángulo. Ni vos te la creés. Inmediatamente, salís corriendo y, en un gesto que es casi natural, elevás tus manos con los cinco dedos extendidos y chocás tus palmas con las suyas. Pero… ¿de dónde viene ese gesto?, ¿quién inventó el famoso y mundialmente conocido “choque los cinco”?
Si le preguntás a Magic Johnson, exbasquetbolista y ahora Director Deportivo de Los Ángeles Lakers, te va a decir que lo inventó él en la década del sesenta, durante su etapa en la Universidad de Michigan. Incomprobable. Pero hay otra historia, y para conocerla hay que viajar hasta 1977.
Los Ángeles Dodgers, franquicia del béisbol de los Estados Unidos, estaban a un paso de clasificar a los Playoffs de la MLS. Su rival era Houston Astros y el partido tenía la posibilidad de ser histórico, aunque por una razón diferente a la de este artículo: Si el jardinero Johnnie “Dusty” Baker lograba un home run, el equipo tendría a cuatro bateadores con 30 golpes hacia fuera del campo de juego cada uno en una temporada.
Lanzó JR Richard y respondió Baker. En su corrida hacia home, sus compañeros lo esperaban para festejar en el banco de suplentes, con Glenn “King Kong” Burke a la cabeza. Éste, al ver llegar a Baker, alzó su mano por encima de su cabeza en un movimiento que Dusty interceptó con la palma de su mano. Y así -sí, así-, se dio el primer “choque los cinco” de la historia.
“Su mano estaba elevada en el aire y arqueada hacia atrás, así que la alcancé y la golpeé con mi mano. Me pareció que era lo que tenía que hacer”, sostuvo Baker, tiempo después, en una entrevista para ESPN.
Del éxito, una oportunidad: salieron remeras y más artículos con la inscripción “High Five”. Pero más allá de las cuestiones marketineras, hubo otras repercusiones. Es que Burke, además de haber sido uno de los inventores del festejo, fue uno de los primeros atletas en declararse gay en el béisbol, aunque la prensa decidía no contarlo.
“En 1978 todo el mundo sabía que yo era gay”, sostuvo King Kong Burke en su autobiografía, mientras que el medio estadounidense The Atlantic explicó que eran los periodistas quienes omitían el tema, argumentando que no podían escribir sobre algo así. Aún así, a pesar de nunca haber escondido su orientación sexual, Burke sufrió discriminación en los ochenta, cuando fue transferido a Oakland y terminó abruptamente su carrera por sentirse incómodo con la situación.
Burke se convirtió en un ícono, y su saludo fue adoptado por la comunidad homosexual que vivía en El Castro, de la ciudad de San Francisco (California). Incluso Michael J. Smith, un reconocido activista gay y autor del libro “La doble vida de un Dodger gay”, tomó el “choque los cinco” y lo transformó en un símbolo del orgullo.
Luego de luchar contra adicciones, sufrir varios arrestos y confirmar que era HIV positivo, Glenn Burke murió el 30 de mayo de 1995. Su legado, sin embargo, sigue vigente en todo el mundo, para celebrar desde un home run hasta el gol después de la asistencia de tu amigo morfón.
Fuente: TyC Sports