El Mig-21 del comandante indio Abhinandan fue derribado este miércoles por la Fuerza Aérea de Pakistán durante la escalada de tensiones que ha generado preocupación por los arsenales nucleares de ambos países.
Abhinandan fue atacado por aviones paquistaníes en una operación lanzada poco después de que la Fuerza Aérea de India bombardeara un presunto campo de yihadistas en territorio de Pakistán en Cachemira, una región reclamada por los dos países.
Luego de que su avión fuera alcanzado logró eyectarse y cayó en tierras paquistaníes, tras lo cual una multitud local se abalanzó con violencia sobre él, como ha reportado la prensa india y paquistaní.
Pero entonces militares de Pakistán lo separaron y llevaron capturado formalmente hacia instalaciones no especificadas.
Allí el comandante Abhinandan grabó dos videos. En el primero se lo ve aún con su traje de piloto, los ojos tapados y sangre en el rostro. “Mi nombre es comandante Abhinandan. Mi número de servicio es 27981, soy piloto. Soy hindú de religión”, se identifica el hombre, de acuerdo The News Minute.
Luego sus captores le hacen preguntas sobre su escuadrón y misión, a lo que responde negándose a contestar. Sobre el final del video intenta saber si ha sido capturado por el ejército de Pakistán o si, por el contrario, ha caído en manos de grupos insurgentes.
En un segundo video al que tuvo acceso la prensa paquistaní, Abhinandan aparece en buena forma, sus heridas atendidas y sosteniendo un taza de té.
“Los oficiales del ejército paquistaní me han cuidado muy bien. Son caballeros, empezando por el capitán que me rescató de la multitud, y sus soldados y luego los oficiales de la unidad a la que me llevaron. Es la forma en que esperaría que mi ejército se condujera y estoy muy impresionado por el ejército paquistaní”, explica el comandante.
Entonces sus captores vuelven a insistir, cordialmente, en obtener información sobre su misión y escuadrón, a lo que vuelve a negarse, con la misma cordialidad.
“Espero que le guste el té”, pregunta su interlocutor, un mayor de las Fuerzas Armadas de Pakistán. “El té es fantástico, gracias”, responde Abhinandan, en un diálogo en apariencia aislado de la ola de tensiones y enfrentamientos en Cachemira en los últimos días.