Lo que en 2015 parecía ser una pelea mediática, hoy se convirtió en un litigio legal entre Flavio Mendoza y Javier Bazterrica, más conocido popularmente como El Gigoló, a quien se lo acusa de haber estafado a Adriana Mendoza, hermana del coreógrafo, y de haberle robado cinco mil dólares.
En agosto de 2015, mientras Bazterrica estaba dando una entrevista en televisión, Mendoza irrumpió el estudio para manifestar su furia contra el hombre que había enamorado y estafado a su hermana. “Lavate el pelo antes de hablar conmigo. Te chorrea grasa”, le dijo antes de escupirlo frente a las cámaras.
En septiembre de 2016, La Cámara del Crimen confirmó y amplió el procesamiento contra El Gigoló que engañó a diferentes mujeres a las cuales les pedía dinero que nunca devolvía. La Sala Cuarta del Tribunal ratificó además el embargo por 240 mil dólares contra el mediático, denunciado ante la Justicia por Olga Adriana Mendoza, entre otras mujeres que también fueron víctimas.
En medio de todo el escándalo legal, Bazterrica denunció a Flavio Mendoza por amenazas a través de su cuenta de Twitter. El director de Siddharta, que está en Villa Carlos Paz haciendo temporada teatral, viajó este miércoles a Buenos Aires para presentarse ante la Justicia y ofreció una probation para evitar ir a juicio con su ex cuñado.
El juez lo aprobó y le otorgó la realización de tareas comunitarias. Según el fallo, al que Teleshow tuvo acceso, Flavio deberá realizar cuatro horas mensuales de tareas comunitarias en sus escuelas de baile para diez personas carenciadas que sean seleccionadas por la fundación FUNDAMID por por el comedor de Margarita Barrientos.
La causa
Adriana Mendoza asegura que estuvieron en pareja, que él le pidió el dinero prestado, no se devolvió y que además desapareció.
“Es mentira. Nunca me dio nada. La historia con ella empezó por Facebook. Vino dos veces a buscarme a mi casa. Empecé ofreciéndole gente para que vaya a Stravaganza, a ver la obra, gente amiga mía que le gusta el teatro de revista, no para un negocio ni sacar nada. Hice yo el contacto, de buena onda. Le pedí su Whatsapp y empezamos a hablar”, contó en su momento el mediático a Infobae.
“Empezó a dudar de quién yo era. Yo no creía que era Adriana Mendoza tampoco. Le pido que se filme a ella misma; se filma en el baño caminando hacia la cámara. Era más que nada hablar. Y nos empezamos a enganchar. Al poco tiempo le digo que vivo en Martínez, ella me dice: “Si querés te paso a buscar”. Es mentira que vivo en una pensión. Vivo en El Talar de Martínez, es la casa que nos dejó en vida. Lo primero que hizo preguntarle a los de seguridad: “¿Este chico vive acá?” Le dijeron que sí, pero no nos vimos. La segunda vez sí nos vemos. Le hago conocer mi casa y nos vamos a un bar en Martínez“, continuó en su relato.
“Tomamos algo, hablamos un montón y después nos fuimos a pasar la noche juntos a un hotel cerca de casa. Esto ocurre hace tres meses y medio. Me dice que pasemos más tiempo juntos. Era una mina muy apagada, muy golpeada. Me hablaba de su ex novio, su ex marido, que era violento. Llegaba a llorar. Su ex novio vivió con ella en su casa durante cuatro años. Solíamos pasar todo el día juntos”, agregó Bazterrica.
—Entonces, ¿por qué lo denuncia penalmente?
—Solamente por despecho. Ella no vio mi identidad en las redes sociales. Directamente fui a buscar mis documentos y decirle la verdad de quién era.