El viaje será similar al que se realizó el 26 de marzo del año pasado, cuando unos 200 familiares de 90 soldados muertos en la guerra participaron de una emocionante e inédita ceremonia en Darwin, en la que pudieron -por primera vez desde la guerra- rezar y llorar ante la tumba de su ser querido con las placas de granito negro que llevan su nombre y apellido.
Gracias a un acuerdo humanitario entre la Argentina y el Reino Unido, y la participación del Comité Internacional de la Cruz Roja, hasta el momento, un total de 110 familias de caídos en la guerra recibió la confirmación positiva del examen de ADN que posibilitó la identificación de los restos de los caídos, enterrados durante casi 37 años en tumbas que llevaban la placa “Soldado argentino solo conocido por Dios”.
En este caso, viajarán unos 60 familiares; la mayoría, adultos mayores, provenientes de distintas partes del país. Son aquellos que recibieron las notificaciones positivas en el último año. Para muchos de ellos, será la primera vez que se subirán a un avión.