La Villa Zavaleta fue un festival de tiros el lunes por la tarde. Hubo armas de todos los calibres, incluso, algarabía y bronca. Así fue la despedida “tumbera”de Yoel, el delincuente de 16 años que habría recibido un tiro en la cabeza durante el asalto del viernes al médico Ernesto Crescenti en el barrio Parque Chacabuco de la Ciudad de Buenos Aires.
Al sonido explosivo de los plomos, se sumó el de una moto, mientras el cuerpo era trasladado por las calles del barrio, también conocido como 21-24, por una ambulancia rodeada por varias personas. En las imágenes puede verse, casi al final, la silueta de la cancha de fútbol de la esquina de Zavaleta y Osvaldo Cruz.
Los aplausos y los gritos de aliento también se escuchan en los videos que circularon entre los vecinos y amigos. La caravana continuó hasta el cementerio de Flores, donde el cuerpo fue enterrado.