Una mujer de 30 años murió tras llegar al hospital inconsciente luego de realizarse un aborto clandestino con un perejil en San Fernando del Valle de Catamarca.
La mujer -que grupos feministas denominaron “Paulina” para preservar su verdadera identidad- tenía dos hijos y vivía en un pueblo cercano a la capital catamarqueña. El domingo llegó a la Maternidad 25 de Mayo en estado grave y no consciente, tras colocarse un perejil en la vagina. A los pocos días, falleció por una infección.
“Ella era de un pequeño pueblo de Catamarca. Su origen era humilde y nosotras estamos seguras que fue víctima de un aborto clandestino. Paulina estuvo internada tres días en el centro de salud de su localidad y por la gravedad de su cuadro, que ya era irreversible, fue derivada a la maternidad de San Fernando, donde llegó muy grave e inconsciente. Allí permaneció en coma, entubada, y por supuesto no pudo hablar con nadie ni denunciar nada. Y finalmente murió”, expresó Laura Vizcarra, integrante de un grupo feminista de Catamarca.
“Ahora hay un hermetismo absoluto en torno al caso“, aseguró y agregó “ni la policía ni la gente de la maternidad tomaron medidas. Lamentablemente fue sepultada sin que le hicieran la autopsia”.