Así opina el equipo de la Premier League y peleará ante la FIFA por sostener dicha teoría, afirmó el diario Daily Telegraph
Cardiff podría anunciar ante la FIFA que el contrato de 17 millones de euros que aceptó pagar al Nantes por el traspaso de Emiliano Sala es “nulo y no válido”, después de la muerte del futbolista argentino en un accidente de avión, anunció este lunes el Daily Telegraph.
Según el periódico británico, Sala firmó un contrato con el Cardiff que fue rechazado por la Premier League, y el jugador falleció antes de la firma del contrato revisado, añadiendo que existe una discrepancia sobre el hecho de que aceptase o no firmar el nuevo acuerdo.
Una fuente próxima al Cardiff declaró que el acuerdo estipulaba que las autoridades galesas y francesas del fútbol debían confirmar a los dos clubes que Sala “estaba registrado como jugador del Cardiff City FC, y que el certificado del traspaso internacional del jugador había sido hecho público”, se indica también en el artículo.
La misma fuente declaró que esa condición no fue cumplida antes de la muerte de Sala, añadiendo que “el acuerdo del traspaso entre el Cardiff y el Nantes estaba sometido a varios condicionantes”.
“Si no se cumplía ninguna (de las condiciones), el contrato sería reconocido nulo y no válido, sin pago debido. El Nantes propuso esta cláusula. Pidieron la estricta notificación de esas exigencias”, añade.
Como reacción a este nuevo elemento del caso, un portavoz de la FIFA señaló que la instancia recibió el 26 de abril una denuncia del Nantes sobre el traspaso de Emiliano Sala, que el proceso está en curso y que no podía añadir nada más.
El lunes 21 de enero, Sala realizó un rápido viaje de ida y vuelta desde Cardiff, donde acabada de firmar su nuevo contrato, a Nantes, para despedirse de sus excompañeros y realizar las últimas gestiones.
Por la tarde, el avión, pilotado por David Ibbotson, se estrelló en las aguas del canal de la Mancha, cerca de la isla de Guernesey.
El cuerpo del futbolista fue encontrado entre los restos de la aeronave, a 67 metros de profundidad, y fue recuperado el 7 de febrero, más de dos semanas después de su desaparición, mientras que el de David Ibbotson aún no ha sido localizado.