CPUs, notebooks, celulares, teclados, monitores, mouses, parlantes y todos aquellos gadgets informáticos que cada vez más rápido se vuelven obsoletos plantean todo un desafío a las políticas de gestión de residuos.
Desde hace siete años, el municipio organiza jornadas de recolección diferenciada y la convocatoria suma cada vez más adeptos: los 3 mil kilos que se juntaron en 2012, se triplicaron el año pasado. Y este fin de semana habrá una nueva oportunidad para sacar de casa la basura electrónica (ver aparte).
El acceso masivo a nuevas tecnologías y, aunque morigerado por la crisis económica, el rápido recambio de aparatos, aumenta año a año el descarte de objetos electrónicos.
Según datos de la Asociación para el Estudio de los Residuos Sólidos (ARS), en América latina crece anualmente un seis por ciento la generación de este tipo de residuos.
En Rosario, desde que se iniciaron las campañas de recolección diferenciada, se recolectaron 35.709 kilos de aparatos.