Los vecinos de plaza Constituyentes saben que es un problema de difícil solución y reconocen que ese escenario se repite en otros espacios verdes de la ciudad.
A pesar de ello, advierten que sucede algo que antes no pasaba. Es que “algo huele mal en plaza Constituyentes”. Los excrementos de las palomas generan un olor nauseabundo que, al decir de los vecinos, “pareciera vino para quedarse”.
Muchos pensaron que podía ser algo de algunos días, sin embargo el hedor permanece e invade las viviendas y los comercios cercano al lugar.
Curiosamente, la mayor presencia de las defecaciones se presentan en una de las esquinas de la plaza, la que forma Santiago del Estero y 4 de Enero.
Una capa de heces tiñe de blanco toda la vereda y dos árboles. Quienes suelen concurrir al lugar para disfrutar del hermoso parque aseguran que en determinados días, especialmente cuando cae la tarde, miles de palomas se posaban sobre dichos árboles a gorjear al unísono.
El olor nauseabundo en plaza Constituyentes provocó dos cosas: por un lado que muchos santafesinos elijan otro lugar para el esparcimiento y elevó la preocupación de quienes viven en la zona.
Hace dos semanas que una cuadrilla de la Municipalidad concurre con una hidrolavadora con el objetivo de limpiar fundamentalmente la esquina más afectada. Sin embargo, pocos cambios se pueden ver en el lugar.