Así surge de un estudio del INTA. Es por la combinación entre la mortandad de animales durante los anegamientos y el menor índice de preñez en las vacas.
El INTA realizó las primeras estimaciones sobre las pérdidas producidas en el sector ganadero del centro y norte de Santa Fe a raíz de las intensas lluvias que se registraron entre octubre de 2018 y los primeros meses de 2019. Del informe se desprende que la actividad de cría sufrió la mortandad de terneros y menores índices de preñez, indicadores que anticipan una menor producción, con mayor impacto el próximo año a causa de menores pariciones.
El trabajo, consigna Región La Capital, fue realizado en el Centro Operativo Ángel Gallardo de Santa Fe, sostiene que “se pudo determinar pérdidas por mortandad de teneros que alcanzaban un porcentaje mayor al 10 por ciento como producto de los nacimientos de los terneros en el agua, miasis e infecciones. Y valores de hasta un 15 por ciento menos en el índice de preñez o mermas, como consecuencia del stress, falta de condición corporal, abortos, etc.”.
Si bien se aclara que el diagnóstico se realizó a partir de “un número bajo de establecimientos relevados que llevan planillas de registros”, al momento de cuantificar el daño el cálculo de mortandad de los terneros en la actual campaña rondaría los 55.000 animales.
A su vez, por “las mermas reproductivas por falta de preñez y abortos” se espera un mayor perjuicio en la próxima campaña, cuando podrían llegar a faltar unos 83.000 terneros en la región. “Estos números son incipientes”, advierte el trabajo, y consideran que debería respaldarse “con mayor información de relevamientos en todos los departamentos de la provincia”.
En diálogo con Primera Tarde, el referente de Ganadería del INTA, Jorge Pane, ratificó la información, aunque también insistió en que las cifras son “un cálculo” y que “faltan los números finales”.