Se conoció la noticia que envuelve a una docente de la escuela privada “San Luis Gonzaga” tras ser denunciada de manera formal por un grupo de madres por presunto maltrato infantil.
También el Arzobispado denunció, pero de manera administrativa a la maestra jardinera, ante el Ministerio de Educación provincial. La profesional da clases en el establecimiento ubicado en barrio San Agustín, en sala de 5, donde asisten 23 niñas y niños.
Hoy por la mañana un grupo de padres se manifestó frente a la institución para solicitar cambios en el establecimiento y, entre otras cosas, solicitaron que la docente involucrada no esté más al frente del curso y que realice tareas administrativas en lugar de docencia.
Carlos Battaino, director Provincial de Educación Privada explicó que se comenzó un proceso investigativo para tratar de ver qué es lo que ocurrió dentro del establecimiento.
“La docente no está frente a los alumnos y se realizó un sumario en el área administrativa para recolectar la información de padres, docentes y de la misma involucrada para poder avanzar en el caso. También existen denuncias penales por parte de los padres y en ese caso avanzará la Justicia”, dijo Battanio.
Ademas, consultado sobre las pruebas e indicios sobre el caso, el director explicó que “todo está en etapa de investigación y se espera la palabra de los padres y docentes”. Para finalizar aclaró que “será importante el relato de los niños ya que es casi imposible que entre todos busquen desestabilizar el trabajo de una persona o pensar de manera corporativa ante la situación”.
El relato de las padres
Débora, madre de uno de los alumnos, ayer por la tarde sumó su denuncia a la del resto de los padres. La situación fue advertida este lunes cuando una mamá encontró a su hija llorando debajo de una mesa, y la niña comenzó a relatarle los maltratos que recibía.
Según contó Débora en Radio EME, “venía notando que mi hijo tenía marcas en el cuerpo. Estaba con mucho temor y había cambiado su comportamiento”.
Al tomar conocimiento de los hechos, las mamás se pusieron al frente de “la defensa” de los niños, “ya que no vamos a permitir que nuestros hijos sean maltratados”, remarcó Débora, quien agregó que la maestra “les ponía alcohol en gel en la boca y los dejaba sin merienda”.