El proyecto había sido pensado con un dólar a 18 pesos y sufrió modificaciones. Una de las obras más discutidas en la región, comienza tomar forma.
El gasoducto de la Costa debe ser una de las obras más discutidas en la región. Se trata del proyecto que pretende llevar el servicio de gas natural, en una primera etapa, a Colastine y a San José del Rincón.
La obra, que realizará Enerfé (empresa de gas del Estado de Santa Fe) fue pensada hace tres años pero recién ahora comienza a dar pasos concretos. Intereses privados y públicos, más cierta burocracia de entes de control del Estado, encargados de tomar definiciones precisas para avanzar, provocaron que el inicio de su construcción se demore.
Esa situación generó que el proyecto al día de hoy cueste aproximadamente 600 millones, el doble de lo que estaba previsto en un inicio. Eso se debió a un par de varias situaciones, una de ellas vinculada directamente con la depreciación del peso y otra relacionada con la extensión de obra.
Es que su realización fue pensada con un dólar a 18 pesos y hoy cotiza entorno a los 46 pesos. La devaluación impacta directamente en el costo de los materiales, muchos de los cuales acompañan los movimientos del dólar. La inflación es otro de los enemigos que también juega, asociado al primero, y que colabora con el incremento de los costos de la construcción.
La otra cuestión está vinculada a los cambios exigidos por el Ente Nacional Regulador de Gas. El ente exige que el gasoducto se conecte al sistema no desde la planta subterránea que se encuentra en la Plaza Pueyrredón (como estaba pensado en el proyecto inicial) sino desde la estación que se encuentra en cercanías al parque Garay, que posee el doble de capacidad (25 kilos). Eso obligó a extender el gasoducto aproximadamente unos cuatro mil metros. Por otro lado, solicitó que se adquieran caños más grandes respecto a los que estaban previstos.