Puch, condenado por 11 asesinatos lleva 47 años preso. En la actualidad se encuentra alojado en el penal número 2 de Sierra Chica cumpliendo con un régimen semiabierto.
El máximo asesino de la historia criminal argentina, Carlos Robledo Puch, quien lleva 47 años preso, fue internado este jueves en el Hospital municipal de Olavarría a raíz de un presunto cuadro de intoxicación.
Puch, que se encuentra alojado en el penal número 2 de Sierra Chica, debió ser trasladado en las últimas horas al Hospital de Olavarría con un cuadro de vómitos y presión alta, cuyo diagnóstico se desconoce.
“Se investiga si no le hicieron mal unos medicamentos que comenzó a tomar por un cuadro de depresión”, detalló una fuente del organismo penitenciario provincial. De acuerdo con el vocero consultado, el miércoles lo habían atendido en el mismo centro asistencial por la depresión y le suministraron una medicación “desde el área de psiquiatría del hospital”.
Sin embargo amaneció este jueves con vómitos y con un cuadro de hipertensión, por lo que volvió a ser llevado al hospital, donde quedó internado y será sometido a distintos estudios médicos.
Puch fue condenado el 27 de noviembre de 1980 a “reclusión perpetua con la accesoria de reclusión por tiempo indeterminado” por la Sala I de la Cámara de San Isidro que lo encontró culpable de 11 homicidios, entre otros delitos.
La serie de asesinatos, robos y violaciones comenzó en mayo de 1971 en la zona norte del conurbano y tuvo como primer cómplice a Jorge Ibáñez, a quien conoció a los 16 años y que murió en agosto siguiente en un presunto accidente de auto en el que también estuvo involucrado Robledo Puch.
La seguidilla continuó con su segundo cómplice, Héctor Somoza, quien fue en febrero de 1972 la última víctima del “Ángel Negro”, al que detuvieron un día después de ese crimen en Tigre.
La principal prueba de la Policía para localizar a Puch fue su documento identidad hallado en el bolsillo de la camisa de Somoza, a quien mató con el soplete que utilizaban para violentar las cajas fuertes.
Desde hace 45 años, Robledo Puch sólo estuvo en libertad tres días, cuando en 1973 se fugó de la cárcel de La Plata.
Durante su tiempo en prisión, el interno fue trasladado en 2003 al neuropsiquiátrico de Melchor Romero luego de haber prendido fuego el taller del penal de Sierra Chica vestido de Batman; en 2007 a la cárcel de Azul para realizarse estudios médicos durante los cuales no dudó en asegurar que cuando saliera de la cárcel iba a suceder a Juan Domingo Perón y en el 2017 se dispuso su paso a un régimen semiabierto que cumple en el penal número 2 de Sierra Chica.