El gobierno nacional se hizo oír en una jornada en la que se realiza el paro nacional en la Argentina.
“Estamos hartos de los paros, es el quinto que sufre este gobierno. Igual, ya sabemos que cuando el partido gobernante no es el de los sindicalistas, hay que bancarse los paros”, lamentó la ministra de Seguridad Patricia Bullrich.
Desde el comando electoral, donde sigue minuto a minuto lo que ocurre en la ciudad de Buenos Aires y en los principales accesos, Bullrich denunció que en el oeste de la Capital y en algunos puntos del conurbano hay situaciones de conflicto: “Supermercados grandes llevan a su personal a trabajar, pero hay grupos de 3 o 4 delegados que les impiden la entrada. Están yendo las fuerzas de seguridad para que puedan trabajar”.
La funcionaria apuntó que algo similar ocurre en algunas estaciones de servicio, por eso consideró: “Los paros con piquetes son poco democráticos y siempre ante esos casos actuamos de la misma manera. No vamos a permitir cortes y no descartamos el uso de la fuerza pública si es necesario”. Asimismo, la funcionaria dijo que todos los accesos a la Ciudad de Buenos Aires están liberados.
Sin embargo, en alguna zonas del Gran Buenos Aires la situación no tiene el mismo nivel de control. Según informó la ministra, hay reportes de que grupos de sindicalistas le impiden el ingreso de empleados a supermercados e hipermercados de zona oeste con la quema de gomas. Algo similar -continuó la funcionaria- sucedió en el sur del conurbano bonaerense, donde los trabajadores de dos estaciones de servicio “también fueron apretados”.
“Estamos trabajando en puente La Noria, puente Pueyrredón, Autopista Ezeiza y en la Panamericana impidiendo los cortes con las fuerzas federales”, resaltó la ministra, quien fue categórica con la medida de fuerza: “El paro es antidemocrático porque no dejan trabajar a la gente”.
Las fuerzas federales, como sistema novedoso para prevenir los cortes, instalaron una estructura metálica, un vallado hidráulico, que se utilizó en el operativo del G20 en diciembre pasado. Un mecanismo que la ministra Bullrich denominó como “supervalla”.
“Es un camión de porte grande que abre una valla en determinado lugar con el objetivo de frenar a la gente e impide que tengamos que estar con el personal frente a frente respecto a los manifestantes, que en muchos casos se acercan en una actitud de querer pasar a la fuerza”, explicó.
Con el paro, que se organizó en reclamo a las políticas económicas del gobierno de Mauricio Macri, se verán afectados durante toda la jornada casi todos los servicios públicos. La Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), a su turno, confirmó su participación en la medida de fuerza, motivo por el que no habrá vuelos, subtes, trenes, colectivos, puertos ni transporte marítimo.
A partir de la adhesión de la CTA de Hugo Yasky y del frente sindical liderado por Hugo Moyano, que incluye a 70 gremios agrupados, se espera que la medida de fuerza tenga un fuerte impacto en todo el país.
“Toda la gente que quiere trabajar, que tiene sus comercios, que quiere cobrar su premio le impiden ir a trabajar. Ya es como una especie de rutina. Es algo fuera de lugar. Le impiden a la gente que viaje. Es una situación en contra de la libertad, del trabajo y de que la gente tome decisiones por sí misma”, señaló.