Sebastián Beccacece dejó de ser el técnico de Defensa y Justicia y tiene todo acordado con Independiente, pero antes de partir escribió una emotiva carta para los hinchas del Halcón, que de su mano lograron el subcampeonato en la Superliga y la histórica clasificación a la Copa Libertadores 2020.
La carta de Beccacece:
Florencio Varela fue mi lugar en el mundo durante casi dos años. Allí encontré un espacio puro y transparente donde valores como gratitud, trabajo y humildad nos permitieron conectar rápidamente con la esencia de un club como Defensa y Justicia.
Nos atrevimos a soñar en grande, supimos cooperar y convivir para competir tanto en el plano nacional como internacional.
Para mí y para mi equipo de trabajo fue un orgullo haber guiado a un grupo de jugadores que despertaron la admiración genuina de los amantes del fútbol. Ese reconocimiento masivo que recibimos por la forma de transmitir, comunica y expresa un sentir colectivo. Fue nuestro mayor logro.
Nos hicieron sentir el afecto y el cariño en cada lugar del interior del país y del Gran Buenos Aires.
Este fenómeno fue posible gracias a un trabajo conjunto en donde el bien común estuvo por encima de todo. Tal vez, ese sea el mejor mensaje: no hay superhéroes; hay deseos, sueños e ilusiones que conviven dentro de un equipo de fútbol. Y que si aunamos esfuerzos resultará más fácil alcanzarlos y concretarlos.
Con este grupo de jugadores extraordinarios, los cuales adoptaron el compromiso de animarse a llevar adelante una idea de juego con coraje y valentía, intentando ser protagonistas en todas las canchas… así en el Tito Tomaghello como en el mismísimo Morumbí, se pone fin a una aventura inolvidable para todo el pueblo de Varela.
Jamás olvidaré las distintas muestras de afecto y el acompañamiento incondicional que nos regalaron durante cada partido. Junto a mi equipo de trabajo les estaremos eternamente agradecidos a todos: dirigentes, jugadores, hinchas y empleados del club. Junto a ustedes logramos llevar adelante nuestro plan de DESARROLLO, CRECIMIENTO y PROGRESO de una Institución que se planteó OBJETIVOS muy GRANDES, los cuales logramos alcanzar con el esfuerzo y la unión de toda la gran familia de Defensa y Justicia.
Por último, sólo queda pedirles que nunca dejen de soñar y de volar en busca de nuevos desafíos… Tan alto como lo hizo el Halcón mientras transitamos juntos el camino. No tengo la más mínima duda que así será. ¡Hasta siempre!