El deterioro del poder de compra del salario de la porción de la sociedad con ingresos más bajos provocó, según mediciones privadas, un nuevo salto en los indicadores de pobreza. La mitad de las familias del país vive con menos de $31.000.
La distribución del ingreso generado por la economía empeoró en los primeros tres meses del año. El sector más pobre de la sociedad cuenta con apenas el 1,2% del total de la riqueza, mientras que el más rico concentra el 31,2%. Al mismo tiempo, la caída en el poder de compra del salario de los estratos más bajos en los últimos meses provocó que, según estimaciones privadas, la pobreza trepara al 35%.
Los indicadores que utiliza el Indec para medir el nivel de igualdad o desigualdad de la distribución de los ingresos mostraron un deterioro. El coeficiente de Gini, que marca con un número entre el 0 (mayor equidad) y el 1 (menor equidad), fue en el primer trimestre del año de 0,447, por lo que completó tres incrementos trimestrales consecutivos. Esto marca una brecha más amplia entre los que más y los que menos ganan.
Los datos del organismo estadístico, además, muestran que la mitad de los hogares del país vive mensualmente con un ingreso familiar total menor a los $31.000. En ese momento, el costo de la canasta básica total (CBT) -que cubre gastos alimentarios, de indumentaria, salud y educación- para una familia con dos hijos era de $28.750 por mes. Esta cifra es la que marca oficialmente el umbral de ingreso a la pobreza.
El deterioro del poder de compra del salario de la porción de la sociedad con ingresos más bajos provocó, de acuerdo a mediciones privadas, un nuevo salto en los indicadores de pobreza. Un dato da cuenta de qué tan considerable fue ese deterioro. El valor de la canasta básica varió, en el último año un 58%. En el mismo lapso de tiempo, los ingresos de los deciles más pobres se actualizaron a ritmo de entre 25,9 y 26,3%, según el Indec.
Esa diferencia de más de 30 puntos provocó, según el sociólogo y experto en mediciones de pobreza Daniel Schteingart, una pérdida del salario real de 20%. Y es esa la causa, sostiene, de que en los primeros meses del año aún más personas hayan caído por debajo de la línea de la pobreza.
En ese sentido, un estudio realizado por Schteingart junto a los economistas Guido Zack y Federico Favata reconstruyó los trimestres “perdidos” en la medición de la pobreza entre la salida de las autoridades del Indec intervenido por el gobierno kirchnerista y la reanudación de los informes, meses después del recambio de autoridades del Poder Ejecutivo.
De acuerdo a esta medición, hacia el primer trimestre de 2019 la pobreza alcanzó al 35,2% de la población total, considerando el promedio del semestre que va desde octubre de 2018 hasta marzo de 2019. Hace un año, según esa serie histórica, el índice era cercano al 26%.Como referencia, el 2018 terminó para el Indec con una pobreza de 32%.