Algunos vecinos están convencidos de que el método funciona aunque nadie sabe explicar bien por qué.
“Las situaciones desesperadas necesitan medidas desesperadas”, reza el dicho popular y parece ser el caso de dos localidades tucumanas que echan mano de los recursos más insólitos para frenar el tarifazo de luz.
En La Florida y Delfín Gallo los vecinos recurrieron a un novedoso sistema para bajar la boleta de electricidad: arriba de cada medidor ponen una botella de agua, porque aseguran que así se reduce el consumo.
Lo cierto es que aunque no haya una explicación coherente, hace tres meses que los vecinos ponen la botella arriba del medidor para ver si así pagan un poco menos, y hay algunos que están convencidos de que funciona. “Desde que puse la botella me llegaron $1.000 menos”, contó Norma, unas de las vecinas.
¿La explicación? Sin mucha ciencia al respecto pero con bastante de superstición, la mayoría dice haber puesto la botella tras haberla visto en el medidor de algún vecino, otros la sacaron de las redes sociales. Lo que se dice un método “viralizado” pero incomprobable. Creer o reventar.
Sin embargo, el ingeniero eléctrico de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), Ricardo Díaz, explicó: “Es físcamente imposible que una botella de agua sobre el medidor pueda disminuir el consumo”.
“Me parece insólito”, agregó el director del Instituto de Alta Tensión y Energía de la UNT, no sin expresar que tanto los medidores analógicos como los digitales “no están libres de alteraciones, pero para hacerlo hay que modificar conexiones o abrirlos”.