El mediodía del pasado viernes, el cuerpo de Rubén Mendoza apareció flotando en el río Colastiné. El menor de 14 años era intensamente buscado desde el sábado 29 de junio.
Cuando los Buzos Tácticos de la Policía de Santa Fe extrajeron el cadáver del agua observaron que el menor tenía los pies atados con un cable y un hemotoma compatible con un fuerte golpe en la cabeza. Luego, el médico policial constató que se trató de una muerte violenta provocada.
En el lugar, además, trabajaron pesquisas de Homicidios y agentes del área Científica de la Policía de Investigaciones.