“Pretendemos colaborar y pasar de la informalidad a la formalidad a muchos trabajadores”, sentenció Ribadero el secretario general de Sivara Rosario, y destacó que hay ferias organizadas por la Municipalidad que se desempeñan “en situación precaria, es decir, no se cumplen normas de seguridad y leyes laborales como por ejemplo que los feriantes entren en categoría de monotributo”.
En Rosario hay cerca de 700 vendedores ambulantes habilitados y otros 2.500 están a la espera de un permiso para trabajar en la calle legalmente, según indicó Beto Ribadero.
El sindicalista propone una ordenanza municipal que regule la actividad de venta callejera. “Estamos en un escenario nuevo que surge en respuesta a la crisis económica y necesitamos un marco regulatorio actualizado para la actividad”, remarcó.