2.500 operarios siguen suspendidos: en un principio estaba establecido que el 15 de julio vuelvan a trabajar, pero ese plazo no se cumplió.
La automotriz General Motors extendió una semana la parálisis de la planta de producción que opera en la localidad santafesina de General Alvear, por lo que unos 2.500 operarios continuarán suspendidos. Si bien inicialmente estaba previsto que estuviese cerrada sólo entre el 15 de junio y el 15 de julio, ahora la compañía de capitales estadounidenses decidió extenderla hasta el 23 de julio. Al notificar la novedad a los empleados, autoridades de GM indicaron que necesitan adelantar vacaciones a la espera de la venta al menos de una parte mínima del stock que acumula en playas y galpones.
Según el informe de patentamientos de junio emitido por la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara), General Motors acumuló en junio una caída de ventas del 59,6% en el primer semestre y del 55,7% en los últimos 12 meses. La planta tiene unos 1.500 trabajadores directos y hay otros 1.000 que trabajan para la compañía de forma indirecta, por la tercerización de algunos servicios por ejemplo, por lo que hay 2.500 operarios que deben esperar en sus casas una semana más.
La decisión de continuar con el parate por una semana más fue tomada a pesar del plan de subsidios para la venta de autos nuevos que pusieron en marcha el gobierno y la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa), que durante junio y este mes inyectará un total de 1.000 millones de pesos del Estado al sector.