Tras la devaluación del yuan, el índice subió el doble que en el resto de los países emergentes.
El derrumbe de los mercados globales que generó la devaluación del yuan castigó ayer con fuerza a los frágiles activos argentinos e hizo saltar casi 2% el tipo de cambio a apenas seis días de las PASO. Pese a la intervención oficial, el dólar minorista subió 79 centavos a $46,68 en el promedio de los bancos porteños, muy cerca de su récord nominal de $46,90, y el mayorista escaló 84 centavos a $45,49. Aunque lo peor se dio en los bonos, que se hundieron 2% en promedio ante la huida de los capitales especulativos. Así, el riesgo país se disparó 8,7%, el doble que en el conjunto de los países emergentes, y superó los 900 puntos. Por la alta demanda, también voló el precio de los seguro contra default. El mal clima externo podría profundizarse.
Las principales bolsas de referencia y el grueso de las monedas sintieron el impacto del recrudecimiento de la guerra comercial entre potencias (ver página 17). En plena noche americana, China contestaba con una fuerte devaluación del yuan a los nuevos aranceles fijados por Estados Unidos. La reacción de los grandes fondos fue escapar de los mercados más riesgosos y refugiarse en los activos considerados más seguros, como el oro, que subió 1,4%, y los bonos del Tesoro estadounidense, cuya tasa cayó al 1,7%, el menor nivel desde 2016. Mientras tanto, en Wall Street, el índice S&P500 se hundió 3%.
Como ya es habitual, los sacudones globales pegaron con mayor fuerza en Argentina, la economía emergente más vulnerable del mundo según la agencia Bloomberg. En medio una salida masiva de inversores del país, la cotización de los títulos de deuda en dólares se desplomó hasta 4,1% entre las principales referencias, con bajas promedio del 2% a lo largo de toda la curva. Eso, sumado a la baja de tasas en EE.UU., que es el principal punto de comparación en el mercado internacional de crédito, impulsó una escalada de 8,7% en el riesgo país hasta las 904 unidades, el nivel más alto en casi dos meses. Para el conjunto de los emergentes, el indicador que elabora el JP Morgan la suba fue de casi la mitad, 4,4%, y se ubicó en sólo 403 puntos.
“El riesgo país subió en la mayoría de los países pero en ninguno pegó un salto como acá. En los bonos las herramientas de intervención del Central no llegan; es mercado puro y nosotros estamos en el centro de la tormenta. Somos una economía débil, un mercado chico. Cuando aparece oferta, como no hay demanda que la absorba, se derrumban los precios de nuestros activos”, explicó el analista financiero Christian Buteler.
El gran temor de los acreedores es una cesación de pagos durante el próximo mandato. En ese marco, se aceleró la demanda de seguros contra default (CDS) a cinco años, un instrumento de cobertura para inversores especulativos, que subieron 9,8% hasta los 1.061 puntos básicos.
Las acciones también sufrieron. Las empresas argentinas que cotizan en Wall Street, encabezadas por Loma Negra, perdieron hasta 6,9%. En la Bolsa porteña, el índice S&P Merval retrocedió 1,2% hasta los 40.861 puntos.
Además, el tipo de cambio se disparó a sólo seis días de las PASO y encendió las alarmas en la Casa Rosada (ver página 3). Si bien se ubicó entre las tres peores monedas del día, la depreciación del peso no se distanció mucho del resto de los países emergentes. Sin embargo, la suba del dólar fue suavizada por la intervención del BCRA en el mercado de futuros y por una nueva suba de 58 puntos básicos en la tasa de las Leliq, que quedó en 61,59%.