El último capítulo de la ficción sobre la vida de Monzón no le gustó nada a Susana Giménez. En el mismo se vieron escenas en las que el boxeador interpretado por Mauricio Paniagua le dice a Susana, en la piel de Celeste Cid, “tarada” durante un viaje de la pareja a Montecarlo.
Luego, la actriz aparece recostada en una cama con moretones mientras la revisa un médico, al que le dice que se había caído por las escaleras. Una explicación que el doctor no le cree y por eso le advierte que “tenga cuidado”.
Indignada, Susana desmintió el supuesto hecho de violencia que mostró la serie: “No es verdad lo que dicen de Montecarlo. Sí es cierto que yo estuve allá con él cuando peleó con Valdez. Pero no hubo golpes. Me pegó una vez sola, la de Nápoles, y parece que a algunos no les alcanza. Estoy harta de que quieran buscar sangre y que no respeten lo que digo”, aseguró.
Y agregó: “Carlos jamás me dijo tarada. Nada de eso ocurrió. En Montecarlo hemos discutido, sí, pero por pavadas. Creo que fue por algo del pasaporte, no me acuerdo. Qué bronca me da cuando se inventan cosas. Aparte, si yo confieso que una vez me pegó… No es que lo oculto. Pero, viejo, parece que hubiera una necesidad de hacer cierto ese rumor de Montecarlo”.
La diva ya le había contado al diario el episodio de violencia de género que sufrió por parte del boxeador mientras estaban en Nápoles: “No me lo olvido más. Se dijeron muchas pelotudeces al respecto, como que me pegaba seguido, así que dejémoslo claro… Me pegó esa noche en Italia, fue horrible (…) Me dejó un ojo negro”.