El paquete de medidas lanzado por la intendenta Mónica Fein para recortar el gasto de la ciudad en por lo menos 600 millones de pesos como cierre de una semana turbulenta, llegó “por los diarios” y “tarde” para los concejales de la mayoría de los bloques políticos de la oposición.
Mientras el intendente electo, Pablo Javkin, que deberá conducir los destinos del Palacio de los Leones a partir del 10 de diciembre, eligió el silencio, desde el justicialismo reclamaron la presencia de funcionarios de Hacienda en el Palacio Vasallo para explicar los detalles del ajuste e incluso Eduardo Toniolli fue taxativo al señalar: “Si yo fuera Javkin, pediría una auditoría”.
Todos coincidieron en que la situación nacional golpea fuerte y no sólo en los últimos días, pero también indicaron que los rojos en las finanzas del municipio llevan varios años; por eso, las consideraron medidas “extemporáneas”.
Concentrando los esfuerzos en las áreas sanitarias y sociales que vienen registrando un aumento de la demanda, la intendenta y su gabinete anunciaron el viernes que el achique pasará por la suspensión de la obra pública en carpeta, reducción en la contratación de vehículos, servicios y horas adicionales y una discusión del ajuste automático de los contratos de servicios y obras públicas, así como la suspensión de nuevos contratos y la adquisición de bienes de capital.
Lo cierto es que las medidas llegan en pleno proceso de transición hacia el recambio de autoridades en el Ejecutivo Municipal, ya que en apenas cuatro meses será el actual concejal Pablo Javkin (Creo-Frente Progresista Cívico y Social) quien comandará los destinos de la ciudad. Sin embargo, consultado por este diario, prefirió no hacer declaraciones.
Explicaciones
Quienes sí dejaron sentada su posición fueron los ediles de los bloques opositores del Concejo Municipal, que más allá de algún rumor, en la mayoría de los casos conocieron las decisiones tomadas por la intendenta y su secretario de Hacienda, Santiago Asegurado, a través de la prensa y sin tener ningún detalle extra de la situación de las arcas municipales.
El que salió más duro fue el justicialista Toniolli, quien no sólo aseguró que presentará esta semana un pedido para que las autoridades de Hacienda concurran al Palacio Vasallo a explicar en detalle y dejar por escrito cuáles son las medidas y cuál es la situación fiscal del municipio, sino que además afirmó: “Si yo fuera Javkin, pediría una auditoría”.
Si bien reconoció el proceso nacional y el desmoronamiento de la recaudación del Drei en la ciudad como consecuencia de la brutal caída de la actividad económica, Toniolli también pidió al socialismo “una rendición de cuentas de la campaña de las últimas elecciones porque, sin ser chicana, se vio en plena crisis un despliegue pocas veces visto en la ciudad”.
El edil reclamó “los números sobre la mesa” para poder discernir entre “lo que corresponde a la situación económica a nivel país y la situación de los fondos locales”; es más, recordó su firme oposición al pedido de la intendenta hace dos años para endeudarse en dólares.
“Eso fue con un dólar a 18, hoy estaríamos endeudados a 60 y con el municipio explotado”.
Extemporáneas
Para las concejalas del PRO, Germana Figueroa Casas, y de Iniciativa Popular, Fernanda Gigliani, las medidas “llegan tarde”. Sin referenciar el contexto nacional, Figueroa Casas recordó que desde el bloque del PRO se viene advirtiendo sobre la situación financiera de la ciudad “hace años” y si bien celebró “el recorte en gastos superfluos y en congelamiento de los ingresos de los funcionarios”, dejó en claro su “preocupación sobre el hecho de que el dinero destinado a obras por provincia y Nación, vaya a parar a gastos corrientes”.
Gigliani admitió el impacto de la devaluación, pero recordó que “las administraciones del Frente Progresista arrastran desde hace 19 años un déficit financiero”, por lo que consideró que “el gesto de Fein es correcto, pero extemporáneo”.
Quien también se manifestó “preocupado” por la suspensión de las obras fue Osvaldo Miatello (Compromiso con Rosario), ya que si bien coincidió en algunas de las medidas anunciadas, opinó que “en épocas de crisis económicas y de aumento de la desocupación, más que frenar la obra pública, hay que llevar adelante políticas contracíclicas que eviten agudizar ese escenario”.
Desde Ciudad Futura piden una amplia convocatoria
Si bien cuestionó los “anuncios unilaterales”, el concejal y ex candidato a intendente por Ciudad Futura, Juan Monteverde, consideró que la crisis “es tan delicada, que los gobiernos deben convocar a todas las fuerzas políticas y sociales para analizar ideas e implementar las mejoras”.
Monteverde planteó que “lo que se viene es muy difícil” y agregó: “Por un lado hay que llegar a diciembre y por el otro, hay que reconstruir un país y ese es un desafío colectivo enorme”. En ese marco, opinó que para nada alcanza “con un intendente, un gobernador o un presidente. Tanto los que se van como los que vienen deben convocar a un gran espacio de diálogo”.
Para el dirigente de Ciudad Futura, “medidas hechas a las apuradas y de emergencia” no son el camino, sino “nuevas iniciativas, distintas y con otra lógica, son las que van a permitir salir adelante, sin mezquindades ni sectarismos. Y nosotros estamos dispuestos a hacer nuestra parte y aportar lo que podamos”.