El fútbol argentino se encamina a una nueva crisis que podría desembocar en una huelga de futbolistas debido a las deudas que varios de los clubes de la Superliga mantienen con sus jugadores, situación que quedó expuesta en las últimas horas ante el reclamo de los jugadores de Rosario Central, quienes amenazaron con no concentrarse este fin de semana si no les pagaban.
Los del Canalla no pasó a mayores porque la dirigencia calmó las aguas con cheques. Sin embargo, habría otras instituciones -al menos cuatro- en la misma situación, entre ellas, dos de las “grandes” y una recién ascendida a Primera.
Ante este panorama, el secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados, Sergio Marchi, se comunicó con Mariano Elizondo, presidente de la Superliga, para manifestarle su inquietud al respecto. El próximo martes habrá una reunión entre ambas partes para buscarle una solución al problema, con la chance latente (aunque por ahora lejana) de una huelga después de la quinta fecha.
Hasta la temporada pasada, el reglamento de la Superliga estipulaba sancionar con quita de puntos a los clubes que tuvieran deudas con sus jugadores. Huracán y San Lorenzo habían quedado expuestos a la pérdida de seis unidades pero el Tribunal de Apelaciones dejó el fallo en suspenso en junio de este año. A partir de entonces, se pusieron instancias previas de “apercibimiento” antes de la quita de puntos.