El presidente agradeció la ayuda a los jefes de Estado y habló de “una crisis que sólo interesa a quienes quieren debilitar a Brasil”.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, consideró ayer superada la crisis generada por los incendios en la región amazónica, pese a que ascendió a siete la cantidad de estados federados que pidieron ayuda a las fuerzas armadas para sofocarlos.
“Muchas gracias a decenas de jefes de Estado que me escucharon y nos ayudaron a superar una crisis que sólo interesaba a quienes quieren debilitar a Brasil”, afirmó Bolsonaro en un mensaje en su cuenta en Twitter.
Esa declaración se produjo al cabo de una semana en la que abundaron duras críticas al mandatario de quienes opinaron que reaccionó de manera tardía ante los incendios forestales que devoran desde hace semanas gran parte de la selva amazónica.
Las críticas a Bolsonaro -entre ellas, las provenientes de Alemania, Francia, Irlanda y la Comisión Europea- y sus contraataques a varios líderes mundiales pusieron en riesgo la ratificación del acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea (UE).
Apoyamos el acuerdo UE-Mercosur, que también implica la protección del clima, pero es difícil imaginar una ratificación armoniosa por los países europeos mientras el presidente brasileño permite la destrucción de los espacios verdes del planeta”, advirtió el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, anteayer, antes de que comenzara la cumbre del Grupo de los 7 (G7) en Biarritz, Francia.
Bolsonaro replicó ayer que buscó “desde el principio” el diálogo con los líderes del G7, así como con los de Chile y España, porque “Brasil es un país que recupera su credibilidad y comercia con prácticamente todo el mundo”, y “es una de las mayores democracias del mundo, comprometida con la protección ambiental”.
Mientras tanto, el estado norteño de Amazonas oficializó ayer su pedido para que las fuerzas armadas intervengan en el combate de los incendios, con lo que ya son siete de los nueve estados amazónicos los que pidieron formalmente la ayuda de los militares.
Los otros seis estados en esa situación son Acre, Mato Grosso, Pará, Rondonia, Roraima y Tocantins.
Bolsonaro firmó el viernes un decreto que autoriza el empleo de las fuerzas armadas en la región amazónica hasta el 24 de septiembre. El Ministerio de Defensa informó que desplegará 44 mil efectivos militares en el combate a los incendios, para lo cual asignó un presupuesto equivalente a unos 9,6 millones de dólares.
“Esa suma, superior en 2,6 millones a la inicialmente prevista, servirá para solventar los gastos ocasionados por la actuación de las fuerzas armadas en el primer mes de trabajo”, detalló Defensa.
Los militares iniciaron su labor anteanoche, con vuelos de exploración sobre algunas de las áreas más devastadas por el fuego y la utilización de algunos aviones Hércules C-130 para el combate a los focos de incendio.
La Fuerza Aérea explicó que cada una de esas aeronaves carga cinco depósitos de agua con capacidad total para 12 mil litros, reportó la agencia de noticias EFE.Además, unos 30 bomberos de la Fuerza Nacional de Seguriad Pública altamente especializados en el combate a incendios forestales se embarcaron ayer rumbo a Porto Belho, la capital de Rondonia, en pleno corazón de la selva amazónica. Sólo en el estado de Amazonas, fronterizo con Colombia, Perú y Venezuela, se registraron más de cinco mil focos de incendio en lo que va de agosto, según datos oficiales.
Autoridades locales advirtieron que el denso humo, que contiene algunos componentes tóxicos, provocó un aumento de hasta 30 por ciento en la atención en los hospitales de algunas ciudades.
En Acre, que está bajo estado de emergencia, el Cuerpo de Bomberos recibió en 24 horas al menos 88 llamadas informando sobre incendios ambientales urbanos en la capital estadual, Rio Branco.