Unos 70 terratenientes y mineros autónomos de Brasil son investigados por la Justicia por la sospecha de haber acelerado el desastre ecológico en el Amazonas al encender campos cerca de dos ciudades del estado amazónico de Pará para apoyar al presidente Jair Bolsonaro y combatir “la industria de la multa ambiental”.
El gobierno de Bolsonaro fue alertado el 7 de agosto de que el 10 de este mes los hacendados iban a realizar un acto denominado “el Día del Fuego”, mediante un escrito enviado por el Ministerio Público Federal (fiscalía) a la oficina regional en el estado de Pará, norte, del oficial Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama).
Los documentos fueron presentados por el Ministerio Público Federal luego de que el Ibama se negó, por la seguridad de sus empleados, a detener la celebración del “Día del Fuego”.
La investigación choca con la primera versión dada por Bolsonaro, cuando acusó a las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) de haber iniciado el fuego, aunque después, ya con el caso instalado como un escándalo internacional, esbozó que también “hacendados” pudieron haber sido los sospechosos.