El martes negro prolongó sus efectos. La licitación de Letes quedó desierta y ahora resta conocer el impacto de las medidas que comunicó el ministro Lacunza.
La respuesta del mercado en el día después, se puede buscar en lo que sucedió luego de las 15.00 cuando cerró la plaza cambiaria mayorista. El dólar había cerrado a $58,10, muy cerca del máximo de $58,30, es decir había aumentado $1,70 (+3%) a pesar de que entre el Banco Central y el Tesoro habían vendido USD 427 millones que representaron 55% del monto de negocios de la plaza. Los compradores absorbieron esa cifra sin grandes esfuerzos. La demanda de dólares estuvo siempre sostenida.
En bancos y casas de cambio, el dólar subió $1,51 a $60,17. La divisa norteamericana en 48 horas aumentó 5,01%, un porcentaje similar a lo que rinde un plazo fijo en un mes. Y si se toma lo que va de agosto, el dólar acumula una ganancia de 33,70%. No quedaron dudas de que la recuperación del dólar atrasado fue contundente.
Al Banco Central no le faltaron las malas noticias. La licitación de Letes, Lecap y Lecer fue declarada desierta: no se tomaron las ofertas porque las tasas de interés de los privados fueron exageradamente altas.
La otra señal negativa vino de las Letras de Liquidez (Leliq), que mostraron que los depósitos en pesos están bajando porque los ahorristas se pasan a dólares. De hecho, se colocaron Leliq por $201.413 millones a 74,98%, la misma tasa del día anterior, y quedaron sin renovar $55 mil millones que el jueves, en su mayoría, irán tras los dólares.
El riesgo país subió a 2.110 puntos básicos. Al mediodía había alcanzado un máximo de 2.140 puntos. La suba de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, hizo su parte para que crezca este riesgo que está en cumbres que no conocía desde hace 15 años. La caída de los bonos de la deuda argentina, fue estrepitosa. El Bonar 2020, el próximo a vencer, cedió 8,52% y ahora rinde nada menos que 128%. La tasa de retorno da una idea de cómo las apuestas favorecen a los que piensan que la Argentina va al default.
El bono de referencia, el Bonar 2024, perdió 7,89% y su retorno es de 75%. Las reservas cayeron USD 523 millones a 56.950 millones. La pérdida se justifica en su mayoría por la intervención cambiaria, pero una parte de dólares corresponde a la salida de depósitos de los bancos.
Con todos estos elementos, había que buscar pistas sobre lo que podía pasar al día siguiente de los anuncios. Una señal vino de la Bolsa, donde el llamado Dólar Bolsa subió $2,50.Este dólar se calcula tomando como base la compra con pesos de un bono en dólares para luego venderlo en dólares. El precio de compra de esta operación dio una paridad del dólar de $60,50.
Los ADR’s argentinos en Wall Street -certificados de tenencias de acciones- cerraron poco antes de los anuncios por eso la caída no fue tan grave. El papel más afectado fue Edenor (-6,13%), al tiempo que Cresud subió 4,52%. Pero el efecto de los anuncios se verá el jueves y no será bueno porque los más afectados por las medidas cotizan en ese panel, los bancos.
La Bolsa de Buenos Aires tuvo el rebote del gato muerto, después de la debacle del martes. El S&P Merval subió 3,39% con un buen monto de negocios de casi $1.000 millones.
Cresud encabezó las alzas con 9,53%, seguido de Telecom Argentina con 6,44%. La mayor caída fue la de Transportadora Gas del Norte que perdió casi 10%.
La falta de precisiones del FMI y si vienen o no los USD 5.400 millones, pasaron a un segundo plano. Mire como se miren las cuentas, el cierre es negativo. Las reservas no son suficientes para parar la dolarización.
El martes negro prolongó sus efectos y ahora todo resulta impredecible porque lo que anunció el ministro de Hacienda podrá no ser interpretado como un default, pero se le parece mucho.Y si hay dudas, basta con mirar el riesgo país. Si el Bonar 2020 rinde 128% es porque la confianza se fue de la Argentina.