Nunca es tarde: a veces una rutina simple y sencilla es la clave para verte radiante.
Por Dra. Laura Mijelshon, Médica Dermatóloga (M.N.72517).
Es posible que el paso del invierno deje la piel apagada, sin luminosidad. Cuando llega la primavera aumentamos nuestra exposición al sol, las radiaciones ultravioletas de la atmósfera son más elevadas, las temperaturas son más altas y es necesario estar más atentos a la protección, hidratación y cuidado de la piel.
La importancia del cuidado diario es fundamental para devolverle la vitalidad e hidratación a tu piel. Te acercamos algunos consejos:
-Limpiar el rostro por la noche: con los productos indicados por el dermatólogo (gel de limpieza para pieles mixtas y grasas y emulsión neutra para pieles normales a secas). Aunque estés cansada, aunque no te hayas maquillado, la piel del rostro y el cuello debe estar limpia y fresca para profundizar el efecto de los productos o simplemente para ir a dormir.
-Aunque llueva o esté nublado: debajo del maquillaje utilizar siempre protector solar de alto factor (FPS 30 o más). Si lo aplicás todo el año, cuando llega la época del calor ya es una rutina y no cuesta usarlo, ni lo pensás.
-Beber mucha agua a diario y seguir una dieta saludable: una piel hidratada empieza desde adentro. Beber agua es muy importante para una buena hidratación de la piel, ya que el líquido actúa llegando hasta las capas más profundas de la piel. Lo recomendable es beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día. Ingerir comida excesivamente grasienta hará que tu piel se torne más grasa. Es aconsejable que sigas una dieta variada y saludable en la que comas todo tipo de alimentos.
-Exfoliar una vez o dos a la semana con crema pulidora facial. El secreto es buscar una crema con gránulos bien finos que no se vean a simple vista, sino que se toquen. Es importante no rayar la piel y no lastimarla.
-Relajate y descansa. Dormir es el secreto de muchísimas mujeres para tener una piel perfecta. Cuando dormís y descansás, tu piel regenera sus tejidos y células. Lo ideal es dormir bien y como mínimo 6 horas cada día.
Además, tu sonrisa es un gesto que le hace bien a tu rostro, ya que genera endorfinas y favorece que la piel luzca más saludable. ¡Siempre hay motivos para sonreír!.