Este miércoles comenzará el juicio contra Lucas Carrasco, el bloguero y periodista acusado por “abuso sexual agravado por acceso carnal” contra dos mujeres que, si bien habían accedido a mantener relaciones con él, fueron forzadas a prácticas no consentidas, un delito que prevé penas de entre 6 y 15 años de prisión.
De acuerdo con fuentes judiciales, el primero de los episodios ocurrió el 21 de febrero de 2013, cuando la denunciante, Sofía Otero –entonces de 21 años-, accedió a visitar al ex panelista de 6,7,8 en su departamento del barrio de Palermo para mantener relaciones sexuales.La joven denunció que Carrasco la inmovilizó cuando ella estaba boca abajo, tomándola del cuello y ejerciendo presión contra el colchón. De esa manera, mantuvo relaciones anales, sin que la resistencia que ella oponía fuera tenida en cuenta.
El segundo episodio elevado a juicio por el fiscal Patricio Lugones, también ocurrió en el departamento ubicado en la calle Uriarte al 2400. La segunda víctima, a quien conoció a través de Twitter aseguró en su denuncia que Carrasco la forzó a practicarle sexo oral hasta que le produjo “náuseas”, y la sometió a humillaciones por no acceder a sus deseos.
La declaración indagatoria
Carrasco negó, en su declaración indagatoria, haber sometido a las víctimas. Por el contrario, sostuvo que fueron relaciones consentidas, al tiempo que reconoció que hasta 2014 fue adicto al alcohol y las drogas. “Estuve con muchas mujeres hasta fines del año 2014. Esto es para aclarar que antes y posterior a estas denuncias, he tenido muchas novias y jamás fui denunciado por pegarle a una mujer, yo no soy así, jamás le pegaría a una mujer”, señaló el panelista en su declaración de agosto de 2017.
Carrasco será juzgado exclusivamente por la jueza Ana Dieta de Herrero, la misma que condenó al rockero Cristian Aldana a 22 años, en un procedimiento unipersonal que los tribunales orales aplican para las causas que consideran sencillas, y como modo de dividir el trabajo de los jueces y conseguir mayor celeridad.
El periodista está acusado por “abuso sexual agravado por acceso carnal” en dos casos, un delito que prevé penas de entre 6 y 15 años de prisión.