El ministro de Trabajo de la provincia, Julio Genesini, indicó que el 90% de esos trabajos correspondían a microempresas. Para el funcionario, la situación económica afecta a todos los rubros e impacta más en las empresas más chicas.
Los datos elaborados por el Ministerio de la Producción de Santa Fe indican que entre mediados de 2018 y mediados de este año se perdieron alrededor de 10 mil puestos de trabajo en la provincia. El ministro de Trabajo, Julio Genesini, indicó que más del 90% de esos puestos correspondían a microempresas, es decir, empresas con cinco trabajadores o menos, que son las que tienen menos espalda para hacer frente a la crisis.
“Los datos de los Ministerios de la Producción y de Trabajo dan cuenta de que al comparar mayo de 2018 con mayo de 2019, se registra una caída del empleo de 2 puntos a nivel Santa Fe”, detalló Genesini. A lo largo de todo el territorio provincial hay poco más de medio millón de trabajadores registrados, por lo que, en total, las pérdidas de empleos ascienden a cerca de 10 mil.
De esos, 9 mil son puestos de trabajo en microempresas. “El grueso de las pérdidas de empleo se da en empresas de cinco trabajadores o menos, las que técnicamente denominamos microempresas, un sector importante de Santa Fe porque representan el 75% de las empresas y significan el 15% del empleo registrado. El 90% de los puestos de trabajo se perdieron ahí”, graficó Genesini.
Sin embargo, esos números aún no pudieron ser cotejados con los datos de la Afip, ya que el último informe que recibió la provincia desde esa repartición está fechado en enero de 2019. “Después no los enviaron más. Hicimos gestiones y nos mandaron el del mes de julio, pero necesitamos todo lo anterior para conocer las altas y bajas que hubo en cada mes. Estamos esperando los datos para procesar la información y tener un informe completo”, detalló el ministro. Lo últimos datos de Nación indicaban que entre el último trimestre de 2017 y el mismo período de 2018 se habían perdido 7.500 puestos en el territorio santafesino, lo que representaba una caída interanual de 1,5 puntos.
“El impacto fue más bien transversal, común a todos los sectores. Está dado más por la envergadura de los emprendimientos que por el rubro. Son empresas más chicas, que tienen menos espalda para soportar una recesión tan prolongada. Se han dado muchos cierres de empresas. Es lo que uno ve cuando en el paisaje urbano cierran comercios, talleres. Ahí el impacto es más fuerte”, analizó el funcionario, quien indicó que en Santa Fe no han cerrado empresas de muchos trabajadores “como ocurre en otras provincias”, ya que “hay mucha contención con los procedimientos de crisis”.
Hoy en Santa Fe hay abiertos unos 300 procedimientos preventivos de crisis, que alcanzarían a unos 25 mil trabajadores. Sin embargo, no todos están en las mismas condiciones, ya que hay algunos que se encuentran en período de prórroga y están siendo revisados, por lo que los números podrían variar.
“Venimos con una tendencia anual de crecimiento de los procedimientos preventivos de crisis, pero los números varían de acuerdo a los meses. En Santa Fe hemos trabajado mucho, hemos estado en el Concejo Federal, en los distintos ministerios, trabajando sobre cómo utilizar esa herramienta. En algunos casos son suspensiones, con modalidad de redistribución, que permiten ir transitando estas situaciones complicadas y sostener las fuentes de trabajo. En algunos casos alcanza con eso, y en otros no. Depende del sector y de la empresa”, analizó Genesini.
“Estamos en una situación de dos años seguidos de caída de la actividad económica, viendo una crisis que es prolongada. Tal vez desde 2001 o 2002 que no tenemos este escenario”. Para el ministro ese es el toque distintivo de la situación actual. “Vivimos una desaceleración en 2012, un escenario recesivo en 2014, en 2016, con el advenimiento de Macri, tuvimos una devaluación muy importante. Pero todas fueron situaciones en las que en 8 o 10 meses de alguna forma la actividad repuntaba. Ahora vamos por el segundo año de caída del PBI, por lo tanto entramos en un terreno que es cada vez más difícil monitorear porque tampoco se sabe cuándo y cómo se sale de esta situación económica”.