Se trata de un informe realizado por Satius Consulting Group, que muestra la necesidad de las personas en buscar segundas opiniones a la medicina tradicional.
Cuatro de cada diez argentinos eligen la medicina alternativa como primera consulta de una dolencia o enfermedad y es una práctica que se extiende cada vez más, a pesar de los constantes avances de la medicina “tradicional”.
Así lo indicó un informe de la consultora Satius Consulting Group, que señaló: “Cada vez más personas en el país -sin distinción de edad o sexo- eligen acercarse a las terapias no convencionales para tratar sus dolencias o enfermedad”.
Según la consultora, el 40% de las personas que viven en nuestro país realiza la primera consulta sobre una dolencia a especialistas alternativos, principalmente a los que son expertos en acupuntura, homeopatía y naturopatía.
El tipo de medicina al que se llama “tradicional” en la cultura occidental se enfoca en el tratamiento de enfermedades y afecciones a través del suministro de terapias que obtengan la cura o mejora de un cuadro de síntomas. En contraposición, las terapias “alternativas” son métodos que apuntan a la recuperación de la salud de la persona, tratándola de forma global y sin enfocarse en la enfermedad de manera localizada.
“Los cambios en las condiciones sociales han hecho posible que se haya extendido la filosofía del wellness y la salud integral entre los argentinos”, expresó el médico y consultor Daniel González, de la Fundación de Estudios para la Salud y la Seguridad Social (FESS).
Y agregó: “La medicina, merced a la especialización, subespecialización y súper especialización ha ido atomizando la atención del paciente. Y de esta manera perdió progresivamente la integralidad del modelo”.
Actualmente, el 16% de los argentinos padece ansiedad y 8 de cada 10 afirman padecer o haber padecido estrés laboral, por lo que, según indicaron desde la consultora, “la aparición y prevalencia de estas patologías, así como el padecimiento de un síndrome metabólico, deriva en manifestaciones físicas que suelen exigir más que un tratamiento dirigido a la cura de un síntoma”.
“Si bien esto puede ayudar y queda a decisión de cada paciente, no existen aún evidencias científicas sobre el resultado de estos tratamientos. Por ese motivo, es recomendable realizarlo de forma complementaria a un tratamiento tradicional”, explicó el médico Aníbal Feder, especialista en Clínica Médica y también miembro de FESS.
En cuanto a lo legal, las leyes de nuestro país no reconocen este tipo de tratamientos como medicina oficial y por este motivo aún no se encuentran cubiertas por la mayoría de las obras sociales y prepagas. Por ahora, la ley de la medicina exige que toda actividad relacionada con la asistencia médico-social y con el cuidado de las personas que puedan relacionarse con su salud, deben estar previamente aceptadas por el Ministerio de Salud de la Nación.
Telemedicina
Otra nueva práctica es la de las aplicaciones de telemedicina, algo que fue cuestionado por el presidente del Consejo Federal de Entidades Médicas Colegiadas (Confemeco), Mauricio Eskinazi, quien aseguró que “deberían estar reguladas”, ya que “uno no sabe si el que lo atiende es un verdadero médico”.
“Cada vez son más las aplicaciones para celulares que ofrecen consultas virtuales con profesionales de la salud presentadas por algunas prepagas y clínicas privadas, muchas sin ningún tipo regulación legal ni un marco ético pertinente”, advirtió Eskinazi, quien aclaró que “no está en contra de la telemedicina, sobre todo en el caso de las interconsultas”.
El titular del Confemeco, integrado por los colegios y consejos médicos de 11 provincias, manifestó su “preocupación” por esta forma de atención que “pone en alerta a los médicos” y concluyó: “La medicina virtual, las consultas telefónicas, a distancia o a través de aplicaciones móviles no están encuadradas en lo que llamamos acto médico, que se da cuando uno revisa, interroga, ausculta o palpa a un paciente”.