Los mendocinos acuden a las urnas para elegir nuevo gobernador.
Los mendocinos acuden a las urnas para elegir nuevo gobernador, en una disputa que se centrará entre los frentes Cambia Mendoza, que postula al actual intendente de la capital de la provincia, el radical Rodolfo Suárez, y a Elegí Mendoza, cuya candidata es la senadora nacional kirchnerista Anabel Fernández Sagasti.
Además, el Frente de Izquierda y Protectora Fuerza Política buscarán dar la sorpresa, aunque los indicios señalan que la elección se polarizará entre la alianza conformada por la UCR, el PRO, la Coalición Cívica y el Partido Demócrata, y la coalición que lleva al peronismo, Kolina, Proyecto Sur y el Partido Comunista, entre otros.
La jornada tendrá un ingrediente extra: el viento zonda que pronostican muy fuerte desde los Andes y elevará la temperatura arriba de los 35 grados.
Las autoridades recomiendan ir a votar temprano. Se verá, entonces, cómo la presencia del aire caliente influye en el desarrollo de la elección.
Suárez, intendente de la ciudad de Mendoza desde 2015, está acompañado en la fórmula por su par de la ciudad de Junín, Mario Abed, quien gobierna en esa comuna de manera ininterrumpida desde 2003.
El jefe comunal radical fue consagrado candidato de Cambia Mendoza, la representación de Juntos por el Cambio en esta provincia cuyana, luego de derrotar en las PASO de junio pasado al intendente de Luján de Cuyo, el macrista Omar de Marchi, por una diferencia de más de cuarenta puntos.
De hecho, el candidato a gobernador por el oficialismo provincial no sólo fue el postulante más votado en las primarias, sino que su coalición aventajó por más de siete puntos a Elegí Mendoza, en cuya interna Fernández Sagasti derrotó ajustadamente al intendente de Maipú, Alejandro Bermejo, por menos de tres puntos de diferencia.
En aquella elección de junio, Protectora, que postula al diputado nacional José Luis Ramón, quedó en tercer lugar, con poco más del ocho por ciento de las preferencias, relegando al cuarto puesto a Noelia Barbeito, la representante del Frente de Izquierda.
Pese a los buenos números que obtuvo Cambia Mendoza (sobrepasó los 45 puntos), cuyos dirigentes más reconocidos en la provincia son el gobernador Alfredo Cornejo y el senador nacional Julio Cobos, todos de origen radical, las PASO nacionales que se celebraron en agosto borraron las sonrisas del oficialismo y arrojaron un manto de dudas sobre las posibilidades de triunfo.
Se dio en Mendoza (donde no existe la reelección de gobernador) la tendencia que viene reiterándose en el resto de las provincias que ya adelantaron sus comicios: los votantes deciden una cosa a nivel local y otra a nivel nacional.
En las primarias del mes pasado, los candidatos Alberto Fernández y Cristina Kirchner, del Frente de Todos, fueron los más votados en la provincia, alcanzando el 40,48 % de los votos (tres puntos más que Fernández Sagasti).
La fórmula de Juntos por el Cambio, compuesta por el presidente Mauricio Macri y el senador nacional Miguel Angel Pichetto, arañó el 37 %, ocho puntos menos que la fuerza que los representa a nivel provincial.
Curiosamente, para diputados nacionales, el peronismo obtuvo una ventaja de sólo el 0,8 por ciento sobre los postulantes de Cambia Mendoza, como se llamó Juntos por el Cambio en la categoría de legisladores.
La separación de los comicios provinciales de los nacionales resultó en beneficio del radicalismo local, dispuesta por una decisión política del gobernador Cornejo, quien en el último año tuvo varios desacuerdos con el oficialismo nacional, que no ataron sus chances a la suerte electoral de la fórmula Macri-Pichetto.
Además, unos 1.400.000 votantes deben elegir la mitad de la Cámara de Diputados y del Senado provinciales, intendentes y concejales.
En la Cámara baja, Cambia Mendoza tiene 25 de 48 legisladores. En la Cámara alta, en tanto, 19 de los 38 senadores representan al oficialismo provincial.