El INDEC informó que, en un año, la pobreza aumentó del 27,3% al 35,4% , mientras la indigencia subió del 4,9 al 7,7%, según los datos del primer trimestre de 2018 y 2019.
Proyectados estos porcentajes a la población urbana nacional, el número de pobres pasó de 11.150.000 a 14.400.000: son 3.250.000 nuevos pobres en tan sólo 12 meses. Si se incluye la población rural, el número de pobres se eleva a 15.800.000 personas.
En tanto también hubo un salto de la indigencia del 4,9%, un año atrás, al 7,7% en la medición actual. Son 3,1 millón de indigentes: 1.100.000 de nuevos indigentes.
El 35,4% de la primera mitad de este año se divide en un 34,1% en el primer trimestre y un 36,7% en el segundo trimestre. De aquí se desprende que entre abril y junio el número de pobres se elevó a más de 15 millones de pobres urbanos. Y 16.500.000 si se considera toda la población del país.
Esta medición de pobreza es la más alta de toda la gestión del presidente Mauricio Macri quien asumió a fines de 2015 con una pobreza del 29%, según las mediciones alternativas (caso Observatorio de la UCA), por la ausencia de índices oficiales de aquel momento.
Este fuerte incremento de la indigencia y de la pobreza se explica por el deterioro de las condiciones de vida de la población como consecuencia de varios factores: caída del salario real, deterioro de las jubilaciones y demás prestaciones sociales, pérdida de empleos, crecimiento del cuentapropismo y de los empleos informales en un contexto de retracción de la actividad económica, retroceso del consumo y de la inversión y caída de poder adquisitivo de la población frente al aumento de la inflación.