El 55 por ciento consume menos de 1,5 litro de agua al día, una cantidad menor a la recomendada por la Organización Mundial de la Salud a mayores de 18.
El 55 por ciento de los argentinos consume menos de 1,5 litro de agua por día, una cantidad inferior a los 2 litros recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para mayores de 18 años, según una encuesta nacional que se conoció con motivo de la semana de la hidratación, que se conmemora del 23 al 27 de septiembre.
El relevamiento, que se realizó en junio de 2019 e incluyó a 1.007 adultos del país, mostró además que sólo dos de cada diez padres consideran que la hidratación “es relevante” a la hora de elegir las bebidas que consumen sus hijos.
En cuanto a las bebidas más consumidas, las infusiones encabezan el ranking, con el mate en primer lugar, mientras que el agua mineral concentra el consumo de tres de cada diez, apenas por encima de las gaseosas.
“Estar hidratado significa que el agua que consumimos a través de bebidas y alimentos guarda un equilibrio con aquella que se pierde por transpiración, respiración y eliminación por vía urinaria”, explicó Paola Harwicz, médica especialista en Cardiología y Nutrición.
Harwicz señaló que si bien existen alternativas como bebidas y jugos azucarados, infusiones, sopas o caldos, “el agua es la opción por excelencia para la hidratación diaria, ya que no aporta calorías ni aditivos”.
Si bien la OMS recomienda a los mayores de 18 años tomar 2 litros de agua por día, en la Argentina el promedio consumido por adulto es menor, ya que un 33 por ciento bebe entre 1,5 y 2 litros y un 55 por ciento bebe menos de 1,5 litro, según el estudio difundido por la consultora Kantar. Asimismo, el European Food Safety Authority (EFSA) definió en 2010 las recomendaciones para el consumo de agua según la “edad, género, situación vital (embarazo, lactancia), temperatura del ambiente y nivel de ejercicio” de cada persona.
“Las embarazadas deberían incrementar en 300 mililitros la ingesta de líquidos, mientras que durante la lactancia se propone un aumento de 700 mililitros diarios”, precisó EFSA.
En tanto, para los niños de hasta un año se recomienda beber entre 680 mililitros y 1 litro de agua al día, mientras que los niños de entre 1 y 13 años deberían beber entre 1,1 y 1,9 litro, a medida que crecen.
En este sentido, la encuesta mostró que la leche es la bebida más consumida (84 por ciento) en chicos de entre 1 y 5 años, mientras que entre los 6 y los 12 años la elige el 67 por ciento.
El agua filtrada y el agua mineral ocupan el tercer y cuarto lugar, luego de los jugos, que se ubican en la segunda posición.
Es decir, que “el agua mineral es consumida por 4 de cada 10 niños de 1 a 5 años, y por 3 de cada 10 de 6 a 12 años”, precisa la investigación.
Fundamental
“Debemos estar atentos a ofrecer agua a los niños pequeños e individuos añosos, dado que son los más vulnerables y con mayor riesgo de deshidratación. Es fundamental que los más pequeños naturalicen el hábito de tomar agua a través del ejemplo de los adultos, para generar un cambio desde temprana edad”, retomó Harwicz.
La especialista explicó que el consumo de agua es “fundamental” para que el organismo funcione de manera adecuada: favorece la eliminación de residuos a través de la orina, controla la temperatura, modula la frecuencia cardíaca y presión arterial, lubrica articulaciones, participa en distintas vías metabólicas y facilita la digestión.
Además, cuando se presenta la sed, el organismo ya tiene una leve deshidratación, por lo que se recomienda “no esperar a tener sed para beber”.