Con el candidato a presidente por el Frente de Todos, Alberto Fernández, en primera fila, la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) conducida por Hugo Yasky anunciará este jueves su incorporación a la Confederación General del Trabajo (CGT), a 28 años de su desprendimiento.
La central sindical deliberará en el microestadio del club Lanús, con invitados como Hugo Moyano, Axel Kicillof, Máximo Kirchner y Sergio Palazzo, además de Fernández, quienes apoyan la necesidad de aglutinar en la mayor medida posible al movimiento obrero para terminar con la dispersión que signó la vida sindical de las últimas décadas.
La escisión de la CTA comenzó a gestarse en 1989 cuando el sector de “los Gordos”, agrupado en la corriente interna Movimiento Sindical Menem Presidente (MSMP) cobró fuerza en la CGT y con ayuda del gobierno de la época logró el desplazamiento en la conducción de Saúl Ubaldini, que resistía al disciplinamiento de la central gremial detrás de las políticas económicas que impulsaba el presidente riojano.
El primer secretario general fue el estatal Víctor De Gennaro y lo sucedió el docente Yasky.
Esta situación detonó la fractura de la central y la creación de la CTA Autónoma, bajo la conducción de Pablo Micheli, que mantuvo una postura crítica del kirchnerismo.
La resistencia al gobierno de Mauricio Macri volvió a juntar a Yasky y Micheli en un mismo frente sindical y ahora ambos apoyan la candidatura presidencial de Fernández.
No obstante, Micheli también estará en el acto de este jueves por su buena sintonía con Yasky, y no descarta volver a la CGT en el caso de que fuera posible conformar un triunvirato en el que se reparta el poder de la central obrera.