La consola fue confirmada por Sony y trajo alivio (y ansiedad) a los fans. Las expectativas… ¿estarán a la altura del resultado?
Los gamers pueden respirar tranquilos. Sony confirmó esta semana el lanzamiento de la PlayStation 5, con fecha tentativa para el último trimestre de 2020. A la espera de más novedades, los primeros adelantos oficiales destacan la tecnología háptica en los mandos de control, un asistente de voz y una nueva unidad de estado sólido (SSD).
En primer lugar, hay cambios en el DualShock. El primero es el feedback háptico para sustituir a la tecnología de vibración que acompañaba a anteriores versiones de la consola. Según Sony, la tecnología háptica permite generar una respuesta mucho más amplia y hacer que, por ejemplo, chocar en una pared con un automóvil ofrezca una sensación distinta a darle una patada a una pelota de fútbol.
“Uno de nuestros objetivos con la próxima generación es profundizar la sensación de inmersión cuando juegas, y tuvimos la oportunidad con nuestro nuevo controlador de volver a imaginar qué puede aportar el sentido del tacto a esa inmersión”, subrayó Jim Ryan, jefe de Sony Interactive Entertainment.
Otra modificación inesperada para el joystick: el de la PS5 integrará unos “gatillos adaptativos” que se incluirán en los L2 y R2 y que los desarrolladores podrán programar para que, según la resistencia del gatillo, podamos “sentir” de forma táctil cosas que ocurran en el juego, como tensar un arco o acelerar el vehículo en un terreno rocoso.
A tono con la transición de muchos dispositivos actuales, la conexión del DualShock será a través del puerto USB-C.
Uno de los reclamos más repetidos entre los usuarios se hará realidad. La consola sumará un disco de estado sólido, memoria que permitirá un menor tiempo de acceso y de latencia.
Mark Cerny, arquitecto de la PS5, ya había anticipado que la consola haría uso de una memoria SSD y que aprovecharían la tecnología ray-tracing (trazado de rayos) con aceleración de GPU, que permite deducir a tiempo real la localización de reincidencia de la luz para garantizar que los reflejos y los efectos lumínicos sean precisos y realistas.
Para ejemplificar el salto en la PS5, Cerny mencionó “Marvel’s Spider-Man” de la PS4. “Hay algunas porciones de datos duplicadas 400 veces en un disco duro”, comentó.
“Permitiremos un acceso más granular a los datos”, señaló el arquitecto, lo que quizás signifique que sea posible instalar ciertas partes de un juego, como el modo campaña multijugador, pero no el de campaña individual.
A la apuesta se suma PlayStation Assist, un asistente de voz con inteligencia virtual, que proporcionará sugerencias durante el fichín para lograr un mejor desempeño. Y teniendo en cuenta que la PS4 salió hace seis años, los jugadores esperan que la PS5 sea retrocompatible con títulos de la PS4 y PlayStation VR, a fin de que el lanzamiento no sea mezquino.
Por último, y pese a versiones que anunciaban su desaparición, la PS5 seguirá apostando por los juegos físicos e incluirá una unidad con soporte de discos 4K Ultra HD Blu-ray. Aunque la instalación de juegos será obligatoria: no se podrán ejecutar juegos desde la unidad óptica para evitar excesivos tiempos de carga. Algunas versiones, sin embargo, apuntan a una PS5 “low cost” sin la unidad física.
La PS5 es una realidad. A la espera de más novedades por parte de Sony, que seguramente vendrán a cuentagotas, ya circulan en las redes sociales supuestos modelos referidos al diseño de la consola. La suerte está echada.