Uno de los momentos que más se destacaron del discurso de Mauricio Macri durante el debate presidencial llevado a cabo en Santa Fe fue la chicana que le lanzó a Axel Kicillof, candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires por el Frente de Todos, quien la semana pasada había dicho que había gente que “se dedica a vender droga porque se quedó sin laburo”.
“Me imagino que Kicillof va a hacer una narco-capacitación en las escuelas”, lanzó el Presidente sin medias tintas.
Ante esto, en un acto de campaña junto a Sergio Massa en Junín, Kicillof replicó: “Es campaña sucia. No vamos a recurrir a una campaña sucia, pero el problema es que van a seguir las provocaciones. Provocan para que estemos todo el día a la defensiva, para que perdamos el tiempo, para que cada uno con el que hablamos se distraiga y nos venga con esas cosas”.
Y agregó: “Quedan dos semanas, se nos juega el futuro, no podemos dejar ni un minuto que nos saquen la concentración. No podemos dejar ni un minuto que nos distraigan y menos todavía que nos pongan del lado de la violencia, la descalificación y la agresión. Son provocaciones, no vamos a contestar provocaciones. Vamos a dar propuestas, abrazos, vamos a sumar a todos a este frente que no viene contra alguien”.
Asimismo, el ex ministro de Economía sostuvo que la participación de Macri en el debate fue “otro capítulo de la lamentable desorientación que han mostrado el Presidente y la Gobernadora después de la elección del 11 de agosto”. Y sentenció: “Se ve que todavía no han conseguido acomodar, digerir, pero sobre todo no han conseguido comprender lo que dijo el pueblo de la provincia de Buenos Aires. En las urnas, pacíficamente, le dijo basta de agresión, basta de campaña sucia, basta de persecución política”.
En sintonía con esto, Sergio Massa también se tomó un minuto para responderle al jefe de Estado: “Quiero, con mucho respeto, decirle al presidente Macri que en la gira despedida que está haciendo por la Argentina en lugar de dedicarse a difamar al resto de los candidatos que se dedique a mirar el desastre que está haciendo”.
Luego, Kicillof retomó el discurso de campaña y apuntó contra la gestión de Cambiemos: “Es un gobierno que llegó al poder a través de las mentiras y el marketing. Una vez que empezaron a gobernar concentrando más poder político y recursos, después de todo eso, cuando se empezaron a ver los resultados, empezaron a aplicar esta política económica espantosa, que no por error, ni siquiera por negocio, se trató de bajar salarios, subir tarifas y tasas de interés”.
“Ganaron con promesas, gobernaron con excusas. Las urnas pidieron más gestión y menos marketing. Más compromiso y menos negocio.”, completó.
Sobre la posibilidad de convertirse en gobernador el 27 de octubre, Kicillof anticipó: “Cuando me preguntan si nos vamos a dedicar a hablar mucho y a pasarnos el día echando la culpa a lo anterior, hablando de la pesada herencia, del desastre que hoy conoce todo el mundo que hizo Vidal en la Provincia. La endeudó, agujereó los presupuestos. Todo queda peor que como estaba. En la provincia de Buenos Aires no va a haber tiempo para acusar a los otros. El primer día nos vamos a poner a trabajar para recuperar lo perdido”.
En relación a esto, añadió: “Las promesas incumplidas y las excusas inútiles llamaron la atención de todos los argentinos. Ya no le creyeron más. Era un gobierno mentiroso pero también ha habido un mensaje para la oposición. No hay lugar al que yo haya ido donde no haya escuchado las mismas palabras: juntense, hagan un solo frente. Que no nos confundan. No es solo que Vidal y Macri pierdan esta elección. Es también que la dirigencia del campo popular encontraron la unidad, que se llama Frente de Todos”.