El sábado, pese a las condiciones climáticas, se concretó en parte el acto formal por el festejo del centenario de la Escuela Pellegrini, una institución histórica de la ciudad cabecera departamental. Por la noche estuvo la cena aniversario.
No fue un día más en el barrio. El populoso Pellegrini infló el pecho, muchos de los vecinos se acercaron con orgullo a vivenciar lo que iban a ser los festejos de los 100 años de la escuela de sus padres, de ellos, y seguramente, de muchos de sus hijos. Otros tantos vecinos de la ciudad, que ya no residen en el Barrio “de las ranas”, se acercaron a compartir y recordar, se reencontraron con sus “compañeros” de la infancia, con sus aulas y con algunos bancos que fueron reacondicionados para la ocasión y fueron expuestos en una especia de museo. Muchos, al pasar, se acercaban y te decían “ahí estaba la dirección, si nos habrán retado y mandado a este lugar”. Fue un día de encuentros, de eso no quedan dudas, donde lamentablemente el tiempo jugó una mala pasada y no permitió terminar con el acto, donde solamente la actual Directora del establecimiento, Valeria Chautemps, y la parte política pudieron expresar sus discursos, quedándose (muchos) con las ganas de escuchar a Olga Mudryk, quien fuera la primera directora del edificio donde hoy funciona la 410.
Sus inicios
La escuela se inició en el año 1913 y funcionaba en una casa ubicada en General Paz y Cochabamba en el barrio José Dho de San Cristóbal. En aquel momento, se la conocía con el nombre de Escuela Nacional Mixta Nº 14. Después de un tiempo, precisamente en el año 1919, continuó funcionando pero en cercanías de la Ruta Provincial 39 bajo el nombre de Escuela Primaria Provincial Nº 410 en el barrio Las Ranas, actualmente conocido como Carlos Pellegrini.
Palabras alusivas
“Alguna vez alguien dijo que es mucho mejor hacer preguntas que contestarlas, es por eso que hoy comenzamos con una pregunta, ¿qué es lo que mide el reloj?”, abría su discurso protocolar Valeria Chautemps, la Directora de la escuela en este centenario, siguiendo con “obviamente que para muchos es el tiempo, pero sin embargo la respuesta invisible pero si perceptible es que rodea al individuo al compás de su retórica, nos movemos en él y nuestra vida entera se determina a razón de su caminar, sin saber siquiera qué es, de dónde viene o desde cuándo está aquí, y si siempre otra existe otra forma de medirlo en la mente de cada persona. Algunos acuden al tiempo para explicar el universo, otros al dato exacto de su nacimiento, para el hombre el tiempo es aquello que marca su vida, le cuesta aceptar que su vida se construirá a lo largo de un sendero lineal, pero para esta institución es el testimonio de cuanto han realizado tanto hombres como mujeres que dejaron aquí su impronta y su huella, han vivido el sueño de desarrollar nuestra institución educativa, por eso nuestro respeto y reconocimiento a aquellos directos y docentes, asistentes, padres y alumnos que han sido parte de las páginas de este libro histórico de la Escuela Pellegrini”.
Además, siguiendo parafraseando con el tiempo, la Directora dijo que “el tiempo, como nuestra trayectoria institucional, simplemente pasa y a la voz de ahora son pasado y recuerdo, el tiempo no puede ser desandado, pero si recordado, por eso si hacemos una mirada retrospectiva podremos observar con sabiduría su historia y reconocer en nuestra institución lo que es perdurable y debe conservarse con esmero”.
la primera Directora
En el año 1952, y luego de pasar por dos edificios, la Escuela Carlos Pellegrini se muda al actual edificio, y en ese entonces, Olga Mudryk, fue la primera directora. Olga, que ya no vive en San Cristóbal, se hizo tiempo y lugar para venir a los festejos, de preparar palabras y dirigirse a los presentes, pero el tiempo le jugó una mala pasada y no permitió que se exprese, pero en El Departamental charlamos con ella, quién nos contó que “tengo hermosos recuerdos de la escuela, tanto es así que yo me fui de la escuela a fines de 1972 cuando fui trasladada a una escuela de mayor categoría como es la Escuela Belgrano, pero sin embargo, cuando sueño cuando la escuela sueño que estoy acá, con este edificio, me emociona. Tenía 17 o 18 años cuando empecé a trabajar como docente, inauguré este edificio, viví en la casa habitación con mi marido y mis hijas, muchas de ellas aprendieron a caminar en el patio de esta escuela, por eso para mí es un amor especial, la quiero mucho, y desde octubre del año pasado estoy colaborando con este acto”, relató la docente ya jubilado hace años.
“Yo le iba a decir a la gente que hablaba en nombre de todas las maestras y directoras que pasaron por acá, e iba a hacer lo que todas las maestras sabemos hacer, contar un cuento y dar tarea para el hogar. Este era un encuentro magnifico, como lo decía el teólogo Leandro Boff, todos los días son iguales, tiene 24hs, pero el día del aniversario es diferente, es especial, es sacramental, es como vivir un milagro, por empezamos a vivir juntos algo y hoy nos encontramos para revivirlo, y eso es un milagro”, cerró Olga.