Para no ser considerada pobre, una familia tipo necesitó en septiembre pasado $34.784,75, lo que representa un aumento del 5,4% con relación al mes previo, según informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Por otro lado, esa misma familia requirió $13.913,90 para evitar ser catalogada como indigente, es decir, un 4,9% más que en el octavo mes del año.
Con esos registros, la canasta básica total registró una variación de 54,2% en la comparación con el mismo mes de 2018, mientras que la canasta básica alimentaria acumuló un alza del 53,6% interanual.