Este domingo de elecciones presidenciales, Juntos por el Cambio se dividió en dos búnkeres en Rosario, un hecho hasta ahora inédito en el PRO rosarino. El sector del concejal Roy López Molina montó un centro de cómputos en un hotel del centro rosarino, mientras que el resto de la dirigencia y militancia macrista, seguió el escrutinio en la ya histórica esquina de San Lorenzo y Maipú.
López Molina, Renata Ghilotti, Agapito Blanco, Lucas Incicco, Agustina Bouza, Martín Malaponte, German Mastrocola, Sergio Más Varela y el sector de Lucila Lehmann siguieron la fiscalización y recuento provisorio de votos en el hotel Ros Tower de Mitre y Catamarca, a unas seis cuadras del búnker histórico del PRO (Cambiemos-Juntos por el Cambio) de San Lorenzo y Maipú.
Allí estaba el sector de Federico Angelini, que este domingo fue electo diputado nacional con una estrecha distancia sobre el candidato peronista, Marcos Cleri.
¿No tan Juntos por el Cambio? Ya el martes pasado, cuando el presidente Mauricio Macri encabezó el acto del “Sí se puede” en Rosario, llamó la atención que López Molina llegara al acto más tarde que el resto de los referentes locales y nacionales, desde otro lugar, por separado y con batucada propia.
El diputado nacional José Nuñez, que renovó su banca, reconoció que Juntos por el Cambio deberá iniciar en Santa Fe un proceso de reconstrucción: «Siempre hay distintos sectores dentro de cada partido. En algunas cosas coincidimos, en otras no».
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