El protagonista de esta historia es Arya Permana. El niño indonesio sorprendió a todo el mundo al conocerse su complicado estado de salud: a los 13 años pesaba 200 kilos y fue catalogado como “el más obeso del mundo”.
Ya a los nueve años superaba los 180 kilos y esto lo obligó a abandonar su escolaridad. Su gran peso le imposibilitaba pararse, caminar y valerse por sí mismo.
Sus padres decidieron tomar drásticas medidas sobre su hijo y consultaron con médicos especialistas para tratar este problema de obesidad que sufría el niño, basado en un desorden alimenticio.
Arya fue sometido a una dura y estricta dieta donde no ingería azúcares ni carbohidratos. A su vez, este tratamiento era complementado con ejercicio físico y una cirugía de banda gástrica que lo ayudó a bajar de peso.
Todo este proceso fue hecho bajo la supervisión médica, y poco a poco, el joven pudo ver los cambios en su fisionomía pero también en su salud.
En las imágenes, se puede ver como el niño, desde mediados de 2016 hasta la actualidad, pudo bajar muchos kilos para mejorar su calidad de vida.
“Estamos muy felices de verlo llevando una vida saludable. Es muy activo y se encuentra en buen estado de salud”, explicaron los padres del joven.