La «biblioteca al paso» instalada por el Concejal Eduardo Paoletti fue robada y luego rota a trompadas.
Los libros fueron desapareciendo desde el día en que se colocó la bibliteca al paso. La idea era que cualquier persona pase tome un libro y deje otro que ya hubiera leído. No había control, no había que anotarse, solo dependía de la buena voluntad y, por sobre todas las cosas, de la buena fe de las personas de seguir con la propuesta.
El día de la inauguración la biblioteca estaba llena, a los días ya comenzaron a desaparecer algunos libros hasta que quedaron unos pocos y finalmente no quedó nada.
Como si fuera poco, antes de que se haga la reposición alguien pasó y le metió una trompada al vidrio y lo rompió. El que generó el daño se cortó la mano y fue sangrando hasta el baño de la plaza, donde se pierde el rastro.
«La educación es la vacuna contra la violencia», dijo Benjamin Franklin y es por esto que entendemos que no se debe bajar los brazos sino, por el contrario, redoblar la apuesta.