El avión que trasladaba a Evo Morales de Bolivia arribó esta tarde a México, el país que ofreció darle asilo después de su renuncia. El anuncio de su ofrecimiento se realizó durante el pasado lunes “por razones humanitarias y en virtud de la situación de urgencia que se vive en Bolivia”. Así lo confirmó el canciller Marcelo Ebrard, quien también apuntó que la vida de Morales “corre peligro”.
Luego de aterrizar en suelo mexicano, el exmandatario boliviano dio un discurso ante la multitud reunida. Volvió a referirse a la situación que vive el país andino como un “golpe de estado”. Acto seguido, comenzó a describir los actos de violencia que realizó la multitud opositora a Morales en represalia por el resultado de las elecciones y el “fraude” informado por la Organización de los Estados Americanos.
Sobre la situación que vive actualmente su país, expresó: “Pensé que habíamos terminado con la discriminación pero surgen otros grupos que no respetan la vida ni la patria. Será parte de la lucha. Hermanas y hermanos, si algo de delito tengo es que soy indígena“.
A continuación, también aprovechó para expresarse sobre su gestión de más de 13 años seguidos en el poder. “Si tenemos algo de malo es que hemos implementado programas sociales buscando la igualdad y la justicia. Nuestro peor delito es que somos ideológicamente antiimperialistas”.
Para finaliza el acto declaró: “No por este golpe voy a cambiar ideológicamente, de haber trabajado en los sectores más humildes. Es una lección mas para fortalecer la lucha de los pueblos, en Bolivia y en el mundo”. En sus últimas palabras agradeció al Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y aseguró: “Estar con vida nos permite estar al lado del pueblo mexicano”.