El equipo del intendente electo, Pablo Javkin, se mostró ayer muy preocupado por la situación financiera de la Municipalidad, admitió que la tasa general de inmuebles (TGI) está desactualizada y no descartó un retoque de la misma. No obstante, se admitió que, de darse, esa aumento será gradual.
Y como si esto fuera poco, ayer se conoció que un decreto firmado por el gobernador Miguel Lifschitz en octubre le reprogramó el pago de deudas en concepto de coparticipación provincial a Mónica Fein.
Se trata de 930 millones de pesos que ahora deberá abonar Javkin. Todo; en el marco de un contexto económico muy complejo para el hombre que destronó al socialismo del Ejecutivo rosarino luego de 30 años.
La resolución de Lifschitz hizo lugar a la solicitud de la Intendencia, que resalta que “en virtud de la situación financiera, se solicita avanzar en la extensión de plazos de devolución de los fondos recibidos”.
En concreto, lo que la administración municipal debió devolver a las cuentas provinciales en octubre, noviembre y diciembre se acordó reprogramar en doce cuotas iguales y consecutivas a partir de julio del año que viene.
“Lo que hicimos con Rosario es lo mismo que con el resto de municipios y comunas, es decir un plazo adicional de refinanciación. Esto fue la respuesta que pudimos dar a quienes estaban en una situación económica compleja porque tienen que atender gastos corrientes y además tenían estas cuotas pendientes”, explicó el ministro de Hacienda, Gonzalo Saglione, y subrayó que “existen varios municipios (unos 60) a los que también se los ha incluido en esta reprogramación de los pagos”.
Los 930 millones de pesos que debe pagar Rosario representan un monto parecido a la erogación por masa salarial mensual que se destinan a más de 12 mil agentes municipales.
Al respecto, el secretario de Hacienda municipal, Santiago Asegurado, explicó que las tres cuotas hubiera correspondido reintegrarlas a la provincia en noviembre, diciembre y enero. “Esto nos permitirá transitar más descomprimidos el cierre y el inicio del ejercicio anual, coopera en el marco de un estrés financiero asociado al pago de aguinaldos. Respecto del adelanto de la coparticipación, ya hay varias provincias y el Estado nacional que están buscando herramientas similares”, subrayó.
Según datos oficiales, estos 930 millones representarán un 2 por ciento del próximo presupuesto. “Es un número razonable y manejable”, consideró Asegurado.
Preocupados
Algo es seguro, la difícil situación financiera que traviesa la Municipalidad tensa los rostros del equipo económico del intendente electo.
El próximo titular de Hacienda municipal, Diego Gómez, admitió que la tasa general de inmuebles (TGI) se encuentra desactualizada. No obstante, aclaró que “en el caso de que sea necesario aplicar un aumento del gravamen, se haría de manera gradual”.
En declaraciones a La Ocho, Gómez destacó que la crisis tiene su impacto en las arcas municipales. No sólo debido al recorte de subsidios al transporte sino también al cóctel de inflación más recesión que pega directo en la recaudación. La TGI es un tributo clave para los recursos de la Intendencia.
“La TGI tiene un retraso importante. El último reajuste que se hizo fue del 35 por ciento y este año tuvimos una inflación proyectada del 55 ó 60 por ciento. Ahí se ve un desfasaje fuerte desde el último reajuste”, advirtió Gómez.
“Estamos evaluando las distintas alternativas de impacto. Si hay que hacer un ajuste, hay que hacerlo en forma progresiva. En Rosario, más del 90 por ciento de la gente paga una tasa de entre 800 y mil pesos en los radios de mayores ingresos. Eso lo tenemos que ver. Lo estamos evaluando con Pablo y con la administración saliente”, destacó el futuro funcionario.
Un tema que quedará garantizado (al menos en el presupuesto que se enviará a la Legislatura) son los 3.800 millones de pesos para el convenio prestacional entre provincia y municipio para salud pública. “Será más de 40 por ciento de lo que se proyecta invertir en la red sanitaria el año próximo”, estimó Asegurado.