El reacomodamiento de precios es “inminente y necesario”, señalan desde el sector industrial.
El vicepresidente de Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), Daniel Urcía, estimó un aumento del precio de la carne de entre 30 y 40 por ciento en los próximos dos o tres meses.
Manifestó que el “reacomodamiento” de los valores tienen que ser “inminente y necesario. Es inmediato porque la carne tiene un precio competitivo y atrasado respecto a la inflación, lo mismo sucede con la ganadería”, agregó.
Según Urcía, “si no hay reacomodamiento, no hay producción ganadera rentable, por ende habría escasez y aumento de precios. La situación es difícil y habrá que trabajar para ser eficiente con la asistencia a quienes lo necesiten”, subrayó.
El empresario frigorífico señaló que actualmente hay una puja de precios por la demanda de importación china y que ante esto, las subas podrían superar a la inflación.
“Los precios al consumidor están atrasados un 15%, pero podríamos hablar de un reacomodamiento del 30 o 40 por ciento”, anticipó.
En este sentido, explicó que la actividad ganadera en estos últimos cuatros años mejoró, pero no fue rentable ni atractiva para el desembarco de inversiones extranjeras.
“Los nuevos precios darán rentabilidad y atraerán inversiones -que genera más empleo-. De lo contrario, en el mediano plazo el precio interno tenderá a subir por la escasez de oferta, en igual situación a la del 2010”, añadió.
Según Urcía, el precio de la carne bovina fue el más competitivo en el mercado doméstico en la última década y eso sólo fue posible por varios factores: creció la producción de carnes porcinas y aviar y se combinó con una crisis económica que se tradujo en menor consumo per cápita pese a que la oferta de las categorías de hacienda liviana (novillitos y vaquillonas) destinada al consumo interno fue alta.
“La combinación de esos factores generó fuerte pérdidas en los feedlots que actualmente reponen menos de lo que venden y cuyo resultado por animal terminado es negativo en .500/2.500, eso significa que ese eslabón es el que está soportando el mayor peso del atraso en la recomposición de las cotizaciones”, comentó en un artículo.
“El resto de la cadena industrial y comercial, mayorista y minorista, también están haciendo sus aportes y por esos motivos, tanto en el repunte de precios de la hacienda en las elecciones Paso y luego generales no se trasladaron en toda su magnitud a los precios de la carne al mostrador”, agregó.
Por último, subrayó la oportunidad de la demanda internacional para producir más y abastecer al mercado interno y externo. “El sector ganadero tiene que ser rentable. Habrá que asistir a los sectores necesitados, pero con mucha puntería”, remarcó.
Precios estancados
Durante 6 meses de constante inflación (marzo/octubre) el precio de la carne estuvo estancado a nivel mayorista y con pequeños aumentos e inferiores a la inflación en el nivel minorista, se estima que en la medición interanual tendría un atraso de 15% respecto de la suba de promedio de la economía, explicó Urcía.
Se suma que el cuero ha perdido valor lo que impacta en el recupero: “Algunas plantas lo están salando incurriendo en mayores costos, hay casos en el norte del país donde los están enterrando, pero en definitiva no aporta valor y el costo de faena es mayor que el ingreso por la venta de subproductos”.
“El sector engordador (feedloteros) necesita revertir la situación de quebrantos y lograr un nivel de equilibrio, por otra parte, mientras que el sector industrial y comercial también se ve afectado por la suba de costos por lo que el negocio sólo será viable con un aumento de los precios en la carne al consumidor”, destacó el vicepresidente de Fifra.