La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Añez, promulgó la ley de convocatoria a nuevas elecciones, luego de su aprobación por las dos cámaras del Congreso. Fue clave el apoyo únanime de la bancada mayoritaria del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido del ex presidente Evo Morales. Este, exiliado en México, denuncia un golpe de Estado, pero su partido ha preferido evitar la confrontación con Añez y la derecha y promulgar la votación unánime de la ley de emergencia, que además de convocar a nuevas elecciones veta la participación de Morales y ordena formar un nuevo Tribunal Electoral, así como pasar en limpio el cuestionado padrón electoral. Todas medidas que el MAS resistía hasta hace poco y que bloqueaban el avance de la ley de convocatoria a elecciones.
La mandataria interina explicó que la norma busca un proceso transparente y con la participación de nuevos actores políticos. La ley promulgada tiene 12 artículos y establece, entre los aspectos más importantes, que Evo Morales y su vice Alvaro García, no podrán ser candidatos. También ordena la selección de los nuevos integrantes del Tribunal Supremo Electoral (TSE), muy cuestionado por su rol en las últimas elecciones del 20 de octubre, cuando cambió los resultados del escrutinio en favor de Morales. Una auditoría de la OEA confirmó las irregularidades y recomendó repetir la votación. Las protestas contra la presunta victoria de Evo Morales para un cuarto período consecutivo derivaron en la parálisis del país y finalmente en la renuncia y salida del presidente y su vice a México el pasado 11 de noviembre. “La ley que acabamos de promulgar es la que los bolivianos queremos. Llegamos a este día con la satisfacción del deber cumplido. Este es el objetivo de mi gobierno: nuevas elecciones en el menor tiempo posible”, manifestó la presidenta Añez durante la promulgación. Acompañada por la presidenta del Senado, Eva Copa, del MAS, Añez exhibió el texto aprobado y agradeció a todos los parlamentarios por hacer posible esta norma. “No ha sido fácil construir el consenso para aprobar por unanimidad esta ley. Felicito y agradezco a todos los parlamentarios que han hecho posible la construcción de acuerdos”, indicó.
La convocatoria a nuevos comicios ha desactivado las protestas en Bolivia, que en 35 días cobraron la vida de 32 personas. Los bloqueos organizados por el MAS y los movimientos afines causaron desabastecimiento de combustibles y de alimentos en La Paz, Cochabamba y otras ciudades. La pulseada entre los militantes que respondían a Morales y el MAS y el nuevo gobierno interino puso al país en camino a un conflicto violento e imprevisible. Hasta que la semana que pasó dentro del MAS prevaleció la línea que se desmarcaba de las órdenes que enviaba Morales desde México.
“Vamos a recuperar la democracia con democracia, vamos a acabar con 14 años de destrucción de nuestros derechos”, dijo ayer la presidenta interina al promulgar la convocatoria aprobada por el Legislativo. Morales no participará en los futuros comicios, puesto que ya fue reelecto “por dos períodos constitucionales”, subraya la norma. La decisión del ex mandatario de forzar el mandato constitucional desató la crisis y precipitó su caída.
El nuevo Tribunal Supremo Electoral, que será elegido en 20 días por los legisladores, fijará la fecha de los comicios que no debe exceder los 120 días desde la asunción de los jueces electorales. La mediación de la ONU, la Unión Europea (UE), la OEA y los obispos católicos posibilitó sin duda el avance de los acuerdos entre el MAS y el gobierno interino y su minoría parlamentaria.
“Es un día para celebrar; es una señal de reconciliación”, declaró el embajador de la UE, León de la Torre.Una eventual segunda vuelta se realizaría 45 días después, lo cual podría exceder el mandato constitucional de 120 días que tiene el gobierno transitorio de Añez. En los comicios se elegirá al presidente y a los 166 miembros de la Asamblea Legislativa.
Mientras tanto, los cortes de carretera han sido levantados en gran parte del país. Todavía persisten algunos conflictos menores, pero “el camino está más expedito hacia la pacificación”, reconoció el ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano.El suministro de alimentos y combustibles se normalizó en gran parte en La Paz.