He Jiankui había hecho su anuncio hace un año y dijo sentirse orgulloso. La Justicia china lo investigó y lo condenó a tres años de prisión. Otros dos científicos también recibieron condenas menores.
Una científica trabaja en el laboratorio de investigación de ADN para la secuenciación de genes, en Nanjing (China), el 13 de noviembre de 2018. Científicos chinos aseguraron haber creado los primeros bebés del mundo genéticamente modificados, según la publicación estadounidense ‘MIT Technology Review’, aunque la Universidad de Shenzhen. Foto: EFE
El investigador He Jiankui anunció en noviembre de 2018 el nacimiento de unos gemelos con el ADN modificado para que pudieran resistir al virus del sida que había contraído el padre.
En una rueda de prensa unos días más tarde en Hong Kong dijo sentirse “orgulloso” del resultado de sus investigaciones. Pero el gobierno chino, acusado de laxismo, ordenó la suspensión de sus actividades y abrió una investigación policial contra él.
Este lunes el científico fue condenado por un tribunal de la ciudad de Shenzhen, donde había llevado a cabo sus investigaciones, por “haber realizado ilegalmente la manipulación genética de embriones con fines reproductivos”.
Según la agencia oficial de prensa, nacieron un total de tres bebés genéticamente modificados. El veredicto afirma que tanto este científico como otros dos acusados no tenían títulos médicos, y buscaban fama y ganancias,
Las autoridades chinas anunciaron en enero de 2019 que otra mujer estaba embarazada de un niño con el ADN modificado, además de las dos gemelas, pero el nacimiento de ese bebé no fue confirmado.
El investigador también fue condenado a pagar una multa de tres millones de yuanes (unos 384.000 euros).
Otras dos personas fueron condenadas pero la agencia china no precisó qué funciones desempeñaron. Se trata de Zhang Renli, condenado a dos años de prisión y a una multa de un millón de yuanes, y de Qin Jinzhou, a un año y medio de prisión condicional y de una multa de 500.000 yuanes.
Los dos pertenecían a “institutos médicos de la provincia de Guangdong”, según la agencia. El juicio fue a puerta cerrada porque es un caso que afecta a la “vida privada”, indicó Xinhua.
Cuando estalló el caso, China fue acusada de falta de supervisión. Entonces el país no tenía ninguna ley sobre esta cuestión, solo una reglamentación de 2003 que prohibía la manipulación genética de embriones pero no preveía ninguna pena para los infractores. Una nueva reglamentación anunciada en febrero aplica multas de 100.000 yuanes por las manipulaciones genéticas.