La periodista Mónica Gutiérrez protagonizó un tenso cruce con el cantante de cumbia El Pepo, cuando lo acusó de ir “manejando a 139 kilómetros por hora” y “tomando vodka”, al repasar los acontecimientos del accidente en el que murieron el representante Ignacio Abosaleh y el trompetista Nicolás Carabajal. Él se defendió: “No soy un asesino”.
En una nota para su nuevo programa, Mónica Gutiérrez le recordó al cantante que la corista Romina Candia, que también viajaba en la camioneta accidentada, dijo que él manejaba “tomando vodka. Que te servía traguitos de vodka y que iban consumiendo alcohol. Y cuando te hicieron la pericia te encontraron rastros de cocaína”.
Rubén Darío Pepo Castiñeiras aseguró que solamente tomó “unos sorbos. Eso no indica que estaba en un estado deplorable ni que no podía manejar”.
“Yo no tenía la intención de matar a mis amigos ni mucho menos”, sentenció, y añadió: “En el momento del accidente mi maniobra es esquivar y preservar”.
La periodista quiso saber qué esquivó el cantante, quien solamente respondió: “Evitar chocar de frente”. Ella aseguró que “no había otro vehículo ni se encontró un animal golpeado”.
“No, porque yo esquivo. A mí a unos quince metros adelante se me presentó una figura, que no sé decir qué animal, si era un perro, un carpincho, una liebre, un conejo… No sé lo que era, pero se vio como una figura. Cuando intento esquivar siento el impacto y después lo único que recuerdo son ruidos”, dijo El Pepo.
Mónica Gutiérrez retrucó que “bastan unos pocos tragos de alcohol para disminuir los reflejos. Vos estabas manejando a 139 kilómetros por hora la ruta, bajo una niebla que no permitía ver cinco metros adelante, tomando vodka y con restos de cocaína en la orina, según dice en la causa… pero vos decís que viste 15 metros adelante un objeto. ¿Esto es parte de la verdad o no?”.
El músico afirmó que estaba “bien en el momento de manejar”, pero Mónica sentenció que “uno no está bien o mal, está con o sin el consumo. Porque yo puedo decir que ahora estoy bien o sentir que tengo plenitud en mi conciencia, pero tengo los reflejos disminuidos. El que mide quién está bien es el control de alcoholemia, no la autopercepción”.
Y El Pepo concluyó: “A mí me duele lo que pasó porque me unía un sentimiento a los pibes que lamentablemente perdieron la vida. Yo no soy un asesino, como se quiso poner en tela de juicio constantemente en esta causa. Yo no asesiné a nadie”.