Tras su gira por Europa y resaltando que la misma fue “mucho más que productiva”, al tiempo que los encuentros con los jefes políticos de Italia, España, Francia y Alemania dieron cuenta de “una respuesta de apoyo, y eso fue muy importante”, Alberto Fernández se pronunció sobre los principales puntos de la coyuntura política nacional.
Partiendo por señalar que “no es una mala idea ponerle fin” al negacionismo de la última dictadura militar y considerar que negar los crímenes de lesa humanidad “es un acto vergonzoso” que genera un “enorme dolor” en la Argentina, el mandatario confirmó que el Ejecutivo analiza la posibilidad de avanzar con un proyecto de ley para “ponerle fin” a esa situación.
De igual manera, y tras los entredichos al respecto de su paso por la ciudad del Vaticano, Fernández reiteró su postura frente al aborto, así como el enfoque percibido desde la Santa Sede.
“El tema del aborto no fue abordado con el Santo Padre, no sé porque hicieron tanto ruido los medios argentinos con ese tema. Lo que hubo sí fue un comentario del secretario de Estado del Vaticano que me dijo lo que todos sabemos, que es el pensamiento de la Iglesia”, partió por señalar.
En este sentido afirmó: “La verdad es que es lo que siempre digo, cada vez que hablo del aborto pareciera que digo algo nuevo y siempre repito lo mismo. El aborto hoy en día es un delito. Por lo tanto, obliga a las mujeres que lo practican a hacerlo en condiciones de clandestinidad. La condición de clandestinidad genera un enorme riesgo para la mujer”.
El líder por el frente De Todos consideró que “la mujer con recursos puede ir a un sanatorio y todo se convierte en un certificado médico que dice que fue un aborto espontáneo si eso fuera necesario. La mujer que no tiene recursos termina en manos de un curandero, de un paramédico que generalmente recurre a prácticas muy lesivas para la salud de la mujer”.
“La penalización del aborto es un daño enorme que sufre la Argentina. Yo ya dije mil veces, hay que despenalizar el aborto y hay que legalizarlo. Las dos cosas, porque de otro modo no se puede funcionar. La legalización, en sentido amplio, es que todos tengan tengan la posibilidad de tener acceso a la salud pública para poder hacerlo de la manera adecuada”, continuó.
Consultado al respecto de la marcha convocada por la Iglesia para el 8 de marzo próximo, Fernández reiteró: “Que uno legalice el aborto tampoco lo hace obligatorio. Hay muchos creyentes que piensan que el aborto no es una buena práctica. Bueno, hay que respetar todas las posiciones”.
Al respecto de la rebaja en el porcentaje de coparticipación para con la ciudad de Buenos Aires, aclaró que “no es un castigo” sino “poner justicia” a la decisión de avanzar, a partir del diálogo con la gestión porteña, con esta decisión.
En diálogo con radio Continental, recordó además que el Gobierno de Mauricio Macri, tras haber sido derrotado en las PASO de agosto del año pasado, “derivó a la Ciudad en perjuicio de las cuentas públicas” de la Nación unos “19.000 millones de pesos en bienes inmuebles” para que el “distrito haga emprendimientos inmobiliarios”.
Sobre el enfoque de pagos con el Fondo Monetario Internacional, afirmó que la Argentina no puede “cumplir” con el pago de la deuda en los vencimientos establecidos por la anterior administración porque “si pagamos, primero no nos va a alcanzar, pero, además, estaríamos sumiendo a la economía a una postración absoluta. Objetivamente no podemos cumplir”, cerró al respecto.