En lo que va del año el predio se anegó dos veces, se perdieron muchos animales y el costo de los alimentos aumentó considerablemente.
Unos de los emprendimientos familiares con mayor proyección en nuestro distrito era Granja Don Omar, visitado por escuelas, familias y turistas, con un interesante proyecto a nivel regional y provincial.
A fines de enero, la rotura de un canal de riego, ubicado a pocos metros al norte del predio se rompió y lo anegó. Esto provocó la muerte de muchos animales, otros fueron vendidos, regalados y en otro caso para no mueran en sus jaulas fueron liberados.
Una semana más tarde, precipitaron más de 400 milímetros y el predio se anegó completamente con unos 40 centímetros de agua, provocando nuevamente importantes pérdidas.
Ante esta situación, Carlos Fort, luego de dialogar con su familia, decidieron cerrar la granja, al menos por un año y luego se analizará su futuro.
El propietario del proyecto que aparentaba tener un desarrollo significativo, se dedicará a realizar una huerta orgánica y comercializar los productos.